Se estima que desde 2005 el HLB ha causado US$4,5 mil millones en daños sólo en el estado de Florida, EE.UU., mientras que en Brasil ha provocado la tala de 27 millones de árboles.
El profesor del Instituto de Física de São Carlos, Jarbas Caiado de Castro Neto, y su equipo de investigación pasaron casi dos años desarrollando la máquina portátil, que mide la longitud de onda de la luz emitida por las hojas del naranjo para determinar si están infectados.
Cabe señalar que la investigación se llevó a cabo en conjunto con la Dr. Debora Milori de la Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária (EMBRAPA).
“Lo que el usuario hace es poner el dispositivo contra la hoja y pulsar el botón de inicio. A continuación, un LED con una longitud de onda específica brilla en la hoja y la máquina mide el retorno de la luz en su espectrómetro”, señaló Castro a Portalfruticola.com.
“Así obtienes el espectro de la luz emitido por la hoja, y la forma difiere de hojas sanas a hojas sintomáticas o asintomáticas”, añadió.
Castro señaló que, pese a que el dispositivo puede detectar el HLB con un 85-90% de precisión, en comparación con el 30-60% haciendo la inspección visual de los árboles, la mayor ventaja fue lejos la capacidad de detectar la enfermedad cuando el árbol aún no había mostrado síntomas visibles.
“Desde que el árbol se infecta, luego de aproximadamente un año y medio empiezas a ver los cambios en las hojas. En ese momento, el árbol está propagando la enfermedad, pero no tienes ni idea de que está infectado”, dijo.
“Así que, si detectas árboles infectados con HLB en la fase asintomática y los talas, entonces limitas su capacidad de infectar a otros árboles en el huerto”, indicó.
Actualmente, la tecnología se está probando en tierras de cultivo propiedad de la principal productora de naranjas brasileña, Citrosuco, para obtener la aprobación completa, algo que Castro cree tomará hasta un año.
Castro también añadió que estas pruebas serían de suma importancia si el dispositivo llegara a ser adoptado a escala mundial, ya que los agricultores querrían estar seguros antes de talar sus árboles, supuestamente infectados y que aún no mostraban síntomas.
“Este es un gran cambio cultural en las prácticas agrícolas. El agricultor tendrá que poner mucha confianza en el diagnóstico del equipo, de lo contrario, cortará un árbol sano”, dijo.
“Esto es lo que estamos haciendo ahora en estas pruebas. Estamos midiendo el árbol y diciendo ‘éste ya está enfermo, pero no se puede ver’, y luego lo que hacemos es esperar, y más tarde los inspectores podrán ver que el árbol está, en efecto, infectado”.
“Así que yo diría que el equipo está trabajando muy bien, pero vamos a necesitar tiempo para que cambien las prácticas culturales”, comentó.
Actualmente, el dispositivo sólo funciona con diferentes variedades de árboles de naranja, pero en el futuro se espera que pueda ser desarrollado para trabajar con otros cultivos de cítricos.
Castro dijo que su plan de negocio se orientó hacia el mercado en todo el mundo, y si el dispositivo se adoptara a gran escala en todas las huertas de cítricos afectados por el HLB, la enfermedad podría controlarse muy rápido.
“Hicimos un análisis y encontramos que si se corta el árbol en la fase asintomática se podía controlar completamente la enfermedad en dos o tres años”, dijo.
“Y el cambio cultural será particularmente grande en el primer año, porque es cuando vas a tener que cortar más árboles de lo normal, porque estás cortando todos los árboles asintomáticos. Pero el segundo año es más o menos normal y después del tercer año comienza a ser menos”, concluyó.