El mayor capital que posee el productor agropecuario es el valor de sus suelos. En los últimos años se ha intensificado la actividad agropecuaria realizando más cantidad de cultivos por unidad de tiempo y con mayor rendimiento de los mismos. Esto se traduce en mayor exportación de nutrientes que los aportes que se realizan por fertilización a los suelos. “En la región pampeana los suelos están sufriendo un proceso de degradación importante, sobre todo la fracción más activa y dinámica que posee el suelo que es la materia orgánica” sostiene Hernán Echeverría de INTA Balcarce.
Un avance
El técnico sostiene que si bien en los últimos años en la región pampeana se ha implementado el sistema de siembra directa el cual minimiza el movimiento del suelo, “durante muchos años se han venido realizando labranzas y esto ha sido la mayor causa de las caídas en los contenidos de materia orgánica”.
Echeverría explica que a través de distintos trabajos que realizó el INTA, se llegó a la conclusión que desde la década del 70 hasta la fecha se han registrado caídas muy notables de materia orgánica, que varían de acuerdo a la zona y a la intensidad de los trabajos, “pero las caídas del contenido de materia orgánica se estiman entre un 30 a un 50%” agrega el técnico. Y apunta que estos valores son realmente trascendentales porque la materia orgánica es la fracción activa que poseen los suelos, donde se encuentran los microrganismos que cumplen un rol fundamental en el rendimiento de los cultivos y sobre todo para la sostenibilidad de los sistemas agropecuarios.
Trabajo de todos
De acuerdo con el técnico, si bien la realización de pasturas es una de las prácticas agronómicas que más favorece el incremento de los contenidos de materia orgánica, la realización de las mismas se complica en esquemas de agricultura continua. Como alternativas se pueden realizar cultivos de cobertura u abonos verdes, adecuadamente fertilizados, “para ello el productor agropecuario que hoy está realizando una rotación de cultivos tiene que tener presente que lograr una alta cantidad de rastrojos en esos cultivos significa contribuir a mantener los contenidos de materia orgánica”. ¿Cómo se logra una gran cantidad de restrojos?, Echeverría sostiene que se logra con una adecuada fertilización, aplicando las cantidades de los macronutrientes más importantes (nitrógeno, fósforo) en cantidad suficiente como para cubrir los requerimientos de los granos que se exportan más un plus para justamente tener una gran cantidad de rastrojos que contribuyan a mejorar el balance de carbono de esos suelos, por lo tanto de materia orgánica.
Por eso Echeverría recalca que, desde todo punto de vista, el mantenimiento y la mejora de los contenidos de la materia orgánica debe ser una prioridad para los productores agropecuarios. “Desde INTA recomendamos minimizar las labranzas, realizar rotaciones con pasturas o incluir cultivos de cobertura y abonos verdes que hacen un aporte muy importante de carbono al suelo y tratan de reestablecen los contenidos pristinos que tenían los mismos” explica el técnico.