En el Partido de General Villegas se ha observado a partir de la campaña 2007/2008 un leve incremento de la superficie cosechada de maíz (Figura 1). Sin embargo, la relación maíz/soja no supera el 40%. Una de las principales causas de esto es el alto costo de inversión por unidad de área en comparación con el cultivo de soja, en particular por el costo de la semilla y los fertilizantes (Cordone et al., 2003).

Por otro lado, es reconocida la importancia del maíz en la rotación debido al alto aporte de carbono (C), a través del rastrojo, para mantener o mejorar las propiedades físico-químicas de los suelos (Morón, 2002).

En los últimos años se ha vislumbrado una tendencia a atrasar la fecha de siembra de maíz en el noroeste bonaerense (Miranda et al., 2012). Esto se debe mayormente a que el costo de producción de los maíces tardíos es inferior al de los tempranos, sumado a una mayor estabilidad en los rendimientos. Los costos se reducen generalmente debido a un uso de menores dosis de fertilizantes nitrogenados (como consecuencia de una mayor mineralización del suelo) y menores densidades de siembra (Àlvarez et al., 2002). La mayor estabilidad productiva de los cultivos tardíos se debe a que se ubica la floración (mes de febrero) en un momento donde la probabilidad de déficit hídrico es menor debido a una menor demanda atmosférica (Andrade et al., 2000).

Figura 1. Superficie cosechada de maíz y soja en has y su relación en el Partido de General Villegas desde la campaña 1995/96 a 2011/12. Adaptado de SIIA, 2013.

El objetivo de este estudio fue evaluar el comportamiento agronómico y económico de los cultivos de maíz bajo diferentes estrategias de inversión productiva, para dos fechas de siembra.

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