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Garantía de Calidad y de Control en Tiempo Real

El presidente de la Federación Argentina de  Cámaras Agroaéreas (FeArCA), Orlando Martínez, aseguró en el marco del congreso Aapresid que “la utilización de la tecnología aplicada a los aviones aeroaplicadores son fundamentales para verificar la exactitud del trabajo aéreo realizado y una forma de control para los productores y sociedad sobre el espacio donde se realizan, ya sea de líquidos o sólidos como urea y de semillas en la siembra”.

Destacó en este marco que “la aviación agrícola en el mundo crece de un 1.5 a un 2 por ciento. En el caso de Estado Unidos, ya tienen vendida toda la producción de aviones aeroaplicadores del 2015. Esto es porque los aviones aeroaplicadores son los más eficaces y seguros a la hora de realizar una labor de aplicación o siembra. Primero porque los pilotos son formados especialmente para esta labor (con más de cinco años de formación) y cumplen estrictamente la reglamentación nacional para realizarlo. A diferencia de otras maquinarias, hay muy pocos productores que tienen un avión para aplicar productos. Además actualmente y hablando de la tecnología que posee el avión, tenemos reguladores de caudal en tiempo real. El avión está sostenido en una masa de aire, si esta va a favor del viento tiene una velocidad mayor que cuando tiene a esa masa en contra. Por lo tanto necesita tener una regulación en tiempo real, para tener un altísimo rendimiento que actualmente se puede comprobar”.

“Esto da la garantía de la homogeneidad de la aplicación de cualquier cultivo. La otra tecnología que usamos es el uso de picos de diferentes tipos, hidráulicos, rotativos, entre otros,  para controlar la gota y esa gota nos ayuda controlar  la deriva.  También agregó que  desde hace cinco años, se han equipado a los aviones agrícolas con un láser que va leyendo la altura de vuelo y dando esta información en tiempo real. Por eso podemos demostrar que con esta tecnología no existe desvío del producto de su objetivo o blanco”, afirmó Martínez.

“Pero todo esto es adentro del avión, pero ahora el avión nos da información desde afuera, desde el lugar en donde se está realizando la operación de aplicación y nos brinda la posibilidad de mostrarnos  su trabajo con  mapas de aplicación en tiempo real que leemos desde cualquier dispositivo, tablet, teléfono, o en nuestra computadora de escritorio. Un productor o cualquier persona que lo desee puede, a través de software desarrollados en nuestro país,  ver la aplicación que se está realizando el avión contratado en un lote con un sistema geo referenciado y por Internet, y eso se puede hacer para verificar los datos de temperatura y humedad de acuerdo a las recomendaciones que la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (FeArCA), indica para  las Buenas Practicas de Aplicación Aérea. Todo eso queda disponible y puede ser una referencia de cómo fue esa aplicación”, dijo el presidente de la FeArCa, que remarcó además, citando el libro de Martín Caparros “El Hambre”, que “a pesar de todo el esfuerzo que ponemos, para mejorar la calidad y cantidad de los alimentos, todavía en el mundo se mueren de hambre 17 personas por minuto. “A esto sí le tenemos que encontrar una salida juntos, gobiernos, políticos, productores, ambientalistas y aplicadores, a todos nos cabe la responsabilidad social de reparar esta triste y lamentable situación”, sostuvo Martínez en el marco del Congreso Anual de Aapresid, en el panel “Uso Responsable de Tecnologías”.

Sobre la aplicación Aérea
“La aviación agrícola en Argentina está conformada por 480 a 500 empresas de aeroaplicadores que hacen aproximadamente un volumen de 1200 aviones agrícolas. De los cuales  el 75 por ciento de este total son unipersonales, es decir que es un piloto con su avión, el resto está conformado por empresas que tienen entre dos a cinco aviones. De esos 1200 aviones, el 75 por ciento son aviones específicos, es decir que sólo sirven para aeroaplicar, el resto  son aviones adaptados que cumplen muy bien con la calidad de aplicación. También tenemos aviones que han sido desarrollados y fabricados  en nuestro País y que  hoy continúan volando. Este grupo de aviones es la tercera flota de aviones agrícolas de occidente, es un dato no menor teniendo en cuenta la superficie productiva de nuestro país. En Argentina estimamos que estamos trabajando  10 millones de hectáreas protegiendo los cultivos de 22 a 23  distintas  producciones. Desde el norte hasta el sur de la provincia de Buenos Aires. Desde Jujuy y Salta hasta el Valle de Río Negro y Neuquén. Esto significa que está distribuida la actividad en gran parte del territorio productivo de nuestro país, con una gran inversión, manteniendo los equipos y la tecnología para una mejora permanente de nuestros servicios”, graficó Martínez.

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