Esto fue resuelto en la reunión que mantuvo el martes último el Comité Técnico de la Comisión Provincial de Sanidad Vegetal, COPROSAVE, que se desarrolló en el Salón Verde de la cartera productiva. En ese encuentro también se habló sobre la preocupación que genera para el sector algodonero la presencia del picudo, al no haberse cumplido con los términos establecidos para destrucción de rastrojos.
La reunión fue encabezada por el subsecretario de Agricultura de la provincia, Pablo Baluk, quien estuvo acompañado por los directores de Fiscalización y Control Fitosanitario Juan Chancalay, de Apoyo Territorial y Agencias Aníbal Vilchez y de Algodón Guido Copetti, además de los técnicos Marcelo Leyes, Oscar Pascual y Martha Fernández Sarda.
En representación del SENASA asistieron Belén Burdyn, Gustavo Blanco, Julio González y Carlos Ramírez, mientras que por el INTA lo hicieron Mariela Fogar, María Simonella, Nora Sosa Rolón y Mirta Alejandra Sosa.
Por el INASE NEA concurrió María Josefa Marinich, por la Cooperativa Sáenz Peña Pablo Ariel Marcovich y por la UNNE el profesor de la cátedra Zoología Agrícola de la Facultad de Ciencias Agrarias Oscar Ayala.
Al comienzo de la reunión el profesor Ayala hizo una descripción biológica de la plaga, tras lo cual se escuchó un informe del SENASA y luego se debatió acerca de las acciones que se deberán implementar sobre terreno para morigerar los daños que puede provocar la helicoverpa armígera, cuya presencia en suelo chaqueño fue detectada en un monitoreo realizado por la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del INTA Las Breñas en cultivos de algodón y de soja.
Esta plaga es polífaga, ataca a todos los cultivos, con una gran capacidad y eficiencia reproductiva. En menos de un año se multiplicó su presencia en Brasil, Paraguay, Chile y ahora en Argentina. También se instaló en Europa, Asia, África y Oceanía, donde se siguen aplicando distintos mecanismos para combatirla.
El desplazamiento migratorio de la helicoverpa armígera puede alcanzar los 1.000 kilómetros, lo que revela la magnitud del daño que puede provocar en suelo argentino si no es monitoreada y combatida a tiempo.
Trabajo coordinado
Al término de la reunión de COPROSAVE, el subsecretario de Agricultura Pablo Baluk destacó que helicoverpa armígera “es una plaga mundial que fue detectada en Chaco, así como en Santiago del Estero y Tucumán. Avanza sobre todos los cultivos. Se alimenta de algodón, sorgo, maíz, girasol, soja y esto es un inconveniente, sumado a la rápida multiplicación que tiene y la gran postura de huevos que hace. Ante esto es necesario trabajar en forma coordinada todos los sectores involucrados”.
Baluk agregó que “aparte de la identificación de la plaga, realizaremos una capacitación de los técnicos, mientras que el SENASA estará recibiendo trampas para capturar la plaga y así identificar los lugares donde está presente”.
“En esta reunión de COPROSAVE se estableció un compromiso entre todos los organismos integrantes de armar un protocolo en los próximos días para definir ubicación de las trampas, donde se hace la determinación, capacitar al personal que hará los distintos trabajos y por medio del mismo saber lo que está ocurriendo actualmente con los distintos cultivos”, explicó el funcionario.
El subsecretario recordó que “estamos al borde del inicio de la campaña de siembra de girasol, a la que seguirá la de algodón, soja y los otros cultivos que se realizan en la provincia, por lo que tenemos que estar preparados y conocer los lugares donde está ubicada helicoverpa armígera”.
Seguidamente agregó que “Chaco tiene esta herramienta, que es la COPROSAVE, apoyada por las COZOSAVE, que son las Comisiones Zonales de Sanidad Vegetal, lo cual nos da cierta fortaleza para enfrentar este tipo de inconvenientes y debemos aprovechar al máximo este mecanismo de trabajo. Acá es necesario que todos, Ministerio de Producción, INTA, SENASA y UNNE, colaboren en este trabajo que vamos a llevar adelante, que será en beneficio de nuestros productores y del sistema productivo de nuestra provincia”, concluyó.
El peligro del Picudo
En esta reunión de COPROSAVE también se abordó la problemática del picudo del algodonero y al respecto el ingeniero Baluk apuntó que “hubo atrasos en lotes de algodón que todavía no se cosecharon y en otros donde se hicieron las labores de cosecha, pero no se procedió a la destrucción de rastrojos. Al finalizar la campaña y de acuerdo al informe elaborado por todos los organismos que se sentaron a esta mesa convocada por COPROSAVE, es elevada la presencia del picudo”.
Baluk indicó que “en Buenos Aires se hizo una reunión en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, a la que asistió el ministro de Producción del Chaco, Miguel Tiji, donde se trató el tema destrucción de rastrojos. Se pidió un informe a las provincias algodoneras sobre cuál es la situación y hasta qué momento seguirá la cosecha del textil”.
“De acuerdo al protocolo y teniendo en cuenta la fecha de siembra, el 15 de junio tendría que haber finalizado la campaña algodonera, pero se dieron una serie de factores, principalmente climáticos, que alteraron el cronograma establecido. Siempre se pidió una ventana de 90 días entre finalización de destrucción de rastrojos y nueva siembra, que para este año está habilitada a partir del 1º de octubre. Si ya estamos en Agosto y sabemos que en 15 días no finalizará toda la cosecha, especialmente la zona del sudoeste provincial, indudablemente no se llegará a cumplir con los plazos fijados. Esta situación nos lleva a pedir a los productores a cosechar cuanto antes y destruir rastrojos, realizar las pulverizaciones de borde, para frenar el avance del picudo, erradicar su presencia y no tener inconvenientes en el futuro cultivo”.
Finalmente, el subsecretario de Agricultura, Pablo Baluk, apuntó que “la realidad nos indica que finalizamos la campaña algodonera con picudo y estamos ante el riesgo de comenzar la nueva siembra con la presencia de esta plaga, por eso recomendamos al productor hacer las cosas bien, para así evitar perjuicios futuros”, concluyó.