Según Martín Díaz Zorita, en el cultivo de girasol, el problema no es la aplicación sino la dosis. El girasol es el cultivo que más se fertiliza pero las dosis son subóptimas y por lo tanto la respuesta es errática.
El principal desafío es maximizar la capacidad de cosechar el agua en lugar de rezar para hacer llover. La disponibilidad hídrica es la que define la capacidad de rinde, pero la fertilización es la que limita el potencial en el lote.
¿Si o no?
Díaz Zorita explica que si el ambiente es limitado es difícil alcanzar mejores rendimientos, más allá de contar con una buena eficiencia de uso de los insumos. Por lo tanto si hay agua disponible y buena capacidad de retención hídrica la fertilización en girasol es ineludible. Cabe destacar que la demanda inicial de nitrógeno es similar a la de maíz.
En fosforo es necesario hacer un seguimiento, y aquí es complicado ya que solo el 15% de los lotes se analiza, por lo que la combinación de una fertilización a ciegas con dosis subóptimas lleva a una gran ineficiencia. En general se acepta que entre 10 y 12 ppm se encuentra el umbral de aplicación.
En cuanto al nitrógeno, en ambientes con limitaciones hídricas, la aplicación eficiente se debe realizar con posterioridad a la siembra según la ocurrencia de las lluvias. Se consideran suficientes 90 kg de N por ha disponible según análisis para alcanzar rendimientos máximos.
En resumen, para decidir fertilizar el girasol se deben dar una serie de condiciones:
*Trabajar en directa y sembrar en octubre
*Perfil hídrico con más de 75% de capacidad de campo
*Rinde esperado mayor a los 2000kg/ha
*N en el suelo menor a 60kg/ha
*N en pecíolos <2500ppm
Si se dan todas las condiciones se fertiliza con 40kg/ha de N elemento
En el caso de Boro, si bien es un micronutriente (el cultivo requiere 0,26 kg B/tn de grano), en suelos muy arenosos puede suceder el desprendimiento de los capítulos. Esa situacion es una alarma para aplicar la próxima temporada ya que durante la que sucede el problema no es posible solucionarlo.
En estos casos existen respuestas en aplicaciones tardías en etapa vegetativa o tempranas en etapas reproductivas. En sí el Boro funciona en la división celular, fortalece la caña y previene el desprendimiento de los capítulos.
Para cerrar su exposición en el Congreso de Asagir, Díaz Zorita expresó que es necesario conocer el cultivo, es fundamental el diagnóstico y que anticiparse a la fertilización es fundamental para aprovechar el agua disponible.