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Nutrición foliar, para potenciar una soja que viene bien

Habiendo atravesado una siembra de soja complicada por lluvias excesivas, retrasos en la siembra y resiembra de lotes, el cultivo sigue adelante.

 

Hoy, con lotes ya entrando en etapas reproductivas en la mayor parte de las zonas, la expectativa de rindes y precios presentan un escenario alentador para adquirir tecnología e innovar. Para esta etapa del cultivo, la protección y la nutrición son las variables a manejar si se aspira a conseguir el máximo resultado posible, en rendimiento y retorno económico.

 

En materia de nutrición, la soja ha estado, en general, postergada en cuanto al nivel de nutrientes aplicados vía fertilización, en relación con la extracción que se realiza cosecha a cosecha, lo que genera un déficit nutricional en los suelos. Dicho déficit en la reposición de nutrientes ha sido cuantificado y reportado en diversas oportunidades por investigadores como la ingeniera agrónoma Graciela Cordone, del Inta Casilda.

 

En una rotación de cultivos con predominancia de soja, los suelos se encuentran cada vez más limitados en su capacidad para entregar nutrientes. Al mismo tiempo, a medida que se invierte en paquetes tecnológicos más sofisticados, se elevan los rendimientos esperados y con ello la demanda de nutrientes es mayor.

 

Por lo tanto, es clave la necesidad de ser más precisos en la fertilización, en aplicar estratégicamente los nutrientes que impactan en aquellos procesos más relevantes en la construcción del rendimiento.

 

Numerosos estudios indican que cualquier factor ambiental (luz, agua, nutrientes) que limite el ritmo de crecimiento diario del cultivo durante su período crítico (fijación de vainas), reduce directamente el número final de granos por metro. Al mismo tiempo, durante este período crítico, se alcanza el máximo en la demanda de nutrientes por parte de la planta.

 

Es por eso que en este momento de la campaña, con cultivos atravesando la etapa de fijación de vainas, todos los esfuerzos deben estar apuntados a maximizar el número de granos por metro ya que éste es el componente de mayor importancia en el rendimiento en soja.

 

Cartas a jugar. Desde el punto de vista de la nutrición, para maximizar este proceso es clave aportar dosis significativas de los micronutrientes boro, zinc y calcio; y la aplicación foliar es la herramienta más eficiente para hacerlo.

 

De esta manera se están complementando los niveles de estos nutrientes que se consumen desde el suelo y aseguran su adecuada provisión en el momento de máxima demanda de nutrientes.

 

El boro y el calcio actúan sobre la germinación del tubo polínico, para incidir directamente en el cuaje de granos. A su vez, el boro colabora en el transporte de nutrientes y azúcares desde las hojas hacia el grano para mejorar su llenado.

 

El calcio es muy importante en la etapa reproductiva, ya que niveles adecuados retrasan la abscisión foliar durante el llenado de granos, lo cual impacta directamente en el mantenimiento de un área foliar fotosintéticamente activa.

 

Por su parte el zinc actúa como antioxidante, previene el daño celular oxidativo y está involucrado en la síntesis de citocromos para mejorar la actividad fotosintética del follaje. También es precursor de la síntesis de auxinas. Una provisión adecuada de zinc contribuye a una mayor actividad radicular y mayor nivel de floración. 

 

Propuesta de Yara. A partir de un convenio celebrado con Aacrea durante los últimos tres años, la empresa Yara ha desarrollado el primer fertilizante foliar específico para la soja en el país: YaraVita Glytrac. El proyecto involucró a 10 zonas del movimiento Crea y se condujo en diversas condiciones de campo, siempre utilizando la maquinaria y la escala de lote. Esto generó una serie de datos traspolables de manera confiable a la realidad del productor.

 

Los ensayos realizados con los grupos Crea sobre la aplicación de este fertilizante foliar arrojaron una respuesta económica significativa en el 80 por ciento de los casos, con un promedio de un 120 por ciento de ingreso neto sobre la inversión realizada por hectárea, consignó la empresa. YaraVita Glytrac es una suspensión concentrada que contiene zinc, boro, calcio y nitrógeno en altas concentraciones.

 

Solución tecnológica

 

Producto. YaraVita Glytrac es una suspensión concentrada que contiene zinc, boro, calcio y nitrógeno en altas concentraciones. Contiene todos los coadyuvantes necesarios que maximizan la eficiencia de absorción de los nutrientes. Su aplicación se recomienda en el momento de inicio de cuaje de vainas, y puede realizarse en aplicaciones aéreas o terrestres, puro o en mezcla con fungicidas o insecticidas. Con respecto a la mezcla con agroquímicos, Yara brinda un servicio de consulta sobre compatibilidad física de los productos de su línea de foliares, con diversos agroquímicos disponibles en el mercado. Se trata de www.tankmix.com, una herramienta “on line”.

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