De acuerdo al informe semanal sobre el estado de los cultivos, siembra y progreso de cosecha de los mismos, que realiza el Ministerio de Agricultura, la estimación de la superficie que será sembrada con soja durante esta campaña 2013/14 llegará al récord de 20,8 millones de hectáreas, 4,1% más que la campaña pasada y casi el 11% que la 2011/12. Muy lejos de estos auspiciosos datos se encuentra el maíz, donde el área cultivada durante esta campaña llegaría a 5,7 millones de hectáreas, lo que equivaldría a decir una relación entre la oleaginosa y el cereal de 4:1 hectáreas en favor de la primera.
De aquí en más, se abre un interrogante: ¿es sustentable a largo plazo cubrir el 50% de los campos argentinos con soja, en cada campaña?
Infocampo buscó una voz autorizada en el tema y consultó a Gustavo Oliverio, asesor y coordinador de la Fundación Producir Conservando, quien analizó los motivos que nos llevaron a esta situación, y cuáles son lo alcances de mantener ese desbalance en la producción.
"Los argentinos seguimos alrededor del de la soja porque es el que más vale, y resulta evidente que no hay forma de seguir este esquema y ser sustentables al mismo tiempo. El retorno por peso invertido en la soja luce mucho mejor que en otros cultivos, y lamentablemente la rotación queda muy rezagada por los intereses económicos", argumentó el asesor.
Sobre cuál es el problemas de este tipo de metodología de siembra, Oliverio explicó que, "cuando vos hacés soja sobre soja tenés problemas con malezas y enfermedades, tal vez no haya este año porque llovió poco, pero cuando hay mayor humedad los problemas se extienden", y continuó al respecto: "Si se analiza la relación superficie implantada/producción, resulta evidente que el área creció más que la producción. ¿Por qué se da esto? Porque no se está realizando una buena rotación de cultivos que permita recomponer los nutrientes de la tierra".
Sobre este tema, Oliverio amplió que, "la relación entre oleaginosas y cereales en nuestro país es del 25%, cuando en Brasil es del 47%, en EE.UU. del 62% y en Rusia y Ucrania el valor es de 82%; destacando que en los últimos tres países, el porcentual favorece a los cereales". "Con ese porcentaje, el balance de carbono y nutrientes de nuestras tierras es fuertemente negativo y la cobertura de rastrojo no alcanza para controlar erosión y mejorar captación del agua", aseguró el asesor.
"En la campaña 2007/08 se fertilizó por 3.700 toneladas y la producción total fue de 98 Mt, pero en 2012/13, donde se llegó a cosechar 102 Mt, la fertilización cayó a 3.170 toneladas, es decir casi un 15% menos. Eso da un saldo negativo en materia de nutrientes y posibilidades futuras de crecimiento", concluyó el integrante de la Fundación Producir Conservando.