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Monitoreo para detectar posible presencia de Caracol Gigante Africano en Corrientes

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), a través un equipo del Centro Regional Corrientes-Misiones, realizó el hallazgo de ejemplares de moluscos similares a la especie Achatina fulica en un barrio de la ciudad de Corrientes, en la provincia de Corrientes.

En el marco del Sistema Nacional de Prevención, Monitoreo y Control del Caracol Gigante Africano, implementado por la Dirección Nacional de Protección Vegetal (DNPV), y a partir de una sospecha de la presencia de esta especie en la capital correntina; en el mes de octubre comenzaron las actividades de monitoreo encabezados por técnicos del Senasa en determinadas zonas de la capital correntina.

El procedimiento de trabajo consistió en realizar una recorrida por todos los domicilios del área bajo sospecha, encuestando a los habitantes e informando acerca de la plaga y los peligros potenciales que ésta representa. A su vez, se reforzó la comunicación con entrega de folletería con información técnica y recomendaciones a tener en cuenta.

En esta primera etapa, se visitaron varios domicilios donde se recolectaron ejemplares, que por sus características morfológicas externas, podrían corresponderse a la especie Achatina fulica. La determinación taxonómica de los ejemplares capturados y acondicionados se realizará, próximamente, a través de los expertos malacógolos que forman parte de la Red de Referentes del Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo de Plagas (Sinavimo).

Cabe destacar que las actividades de monitoreo continúan en la zona y  los especialistas de este organismo sanitario se encuentran planificando un plan contención de la plaga, entre otras acciones oficiales.  Este tipo de actividades implementadas por el Senasa tienen como objetivo salvaguardar la sanidad vegetal, resguardar la salud pública y proteger al ambiente de esta peligrosa especie.

El caracol gigante africano (Achatina fulica) es considerado una de las 100 plagas agrícolas más perjudiciales del mundo. Además del impacto que puede ocasionar sobre la agricultura y la fauna de caracoles nativos, también puede transmitir parásitos perjudiciales para las personas. Por eso se recomienda:

 

- No tocar los caracoles
- Evitar el contacto con la baba del caracol, especialmente con ojos, nariz y boca.
- Lavar con agua potable las verduras, porque pueden haber estado expuestas a su baba.
- Si se toca un caracol, hay que lavarse inmediatamente las manos; también si se tocan superficies que pueden haber estado expuestas a su baba.
- No comer caracoles.
- No utilizarlos como carnada, mascotas o adorno.
- No utilizar veneno contra el caracol, ya que los molusquicidas son extremadamente tóxicos para niños, mascotas y la fauna nativa.
- Eliminar del jardín restos de madera, materiales de construcción o cualquier otro elemento que pueda servirle de refugio.
- En caso de hallarlos, tomarlos con guantes impermeables (látex), colocarlos en una bolsa, aplastarlos y enterrarlos, o introducirlos en un recipiente con dos partes de agua y una de cloro. Los guantes también deben ser enterrados o quemados.
- No permitir que los niños participen en la captura de caracoles.
- No trasladar los caracoles a otras zonas. Tampoco plantas u otros elementos del hogar donde los caracoles o sus huevos podrían alojarse.

 

Si usted detecta la presencia de esta plaga en su zona, por favor, comuníquese con el Senasa, a través de las siguientes vías:

 

•  Línea gratuita del Senasa: 0800-999-2386
•  Oficina en Puerto Iguazú, Misiones: (03757) 421517
•  Oficina central en Buenos Aires: (011) 4121-5196 (Dirección de Vigilancia y Monitoreo de Plagas); E-mail: dvm@senasa.gob.ar
•  O realice la denuncia a través del formulario de nuestra página web: www.sinavimo.gob.ar/node/add/deteccion

 

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