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Claves para alcanzar altos rendimientos

¿Es posible alcanzar 13 toneladas de sorgo?.

La respuesta es sí. Jorge Villar, especialista en manejo de cultivos del Inta Rafaela, destacó que en la región núcleo se han logrado estos resultados. En Rafaela, indicó, hay casos que se lograron 10.400 kg/ha. Pero esto es imposible sin un manejo acorde.

"Hay tres variables clave: fecha de siembra, densidad de plantas y nutrición", explicó.

Además Villar subrayó que este año están dadas las condiciones climáticas (buena humedad de agua en el perfil para el arranque de la siembra) para alcanzar los techos de rendimientos.
 
En primer lugar, señaló que la fecha de siembra es uno de los temas centrales del manejo: "El sorgo es una especie subtropical y una de las diferencias con el maíz es que demanda temperaturas superiores a las que demanda el cereal".

En esta línea, aseguró que el cultivo se empieza a sembrar con temperaturas de suelo de por lo menos 18 grados (hacia finales de octubre).
 
"Pero si se lo siembra con temperaturas mejores, o sea a temperaturas en el suelo mayores a 18 grados que se da en la primera quincena de noviembre, el cultivo puede tener una germinación más rápida y una arranque de crecimiento más acelerado".

Esto toma relevancia, especificó, porque el sorgo es un mal competidor en las primeras etapas de crecimiento.

"No recomendaría retrasar mucho la implantación. Si bien es rústico, los resultados no son los esperados cuando se siembra en fechas tardías", indicó.

En segundo lugar, el especialista en manejo de cultivos del Inta Rafaela relató que los productores deben prestar atención a la densidad de plantas durante la siembra.

"Había una tendencia a trabajar en altas poblaciones de plantas, alcanzando las 220.000/ha", recordó. Pero aclaró que cuando el agua no es una limitante, con esta estrategia se pueden lograr rindes buenos.

"Sin embargo, cuando el agua es una limitante, esto provocará un consumo prematuro de agua y el cultivo se resentirá", afirmó.

En esta línea, Villar indicó que en los lotes buenos, con buenas reservas de agua se puede trabajar con 150 a 180.000 plantas/ha de cultivares de ciclo completo.

Asimismo, recomendó en lotes con alguna restricción, que los productores no se deberían pasar de las 140.000 plantas/ha.

Por último, Villar destacó que la fertilización también comprende una de las claves para una lograr altos rendimientos.

En este sentido, explicó que el nutriente principal es el nitrógeno, pero añadió que no hay que descuidar el fósforo.

Y agregó: "Normalmente para cualquier cultivo se debería corregir los niveles de fósforo en el suelo para llegar hasta los 15 o 20 ppm".

Continuando con la estrategia de fertilización, informó que el nutriente principal del sorgo es el nitrógeno, ya que particularmente a la gramínea se le asigna los suelos con restricciones por su mejor adaptabilidad que el maíz (PH más alto y con algún nivel de salinidad superior) por lo que se necesita indefectiblemente la fertilización nitrogenada.

Y si apuntamos a rendimientos altos, especificó, le debemos dar la fertilidad natural, pero aparte le tenemos que proveer de los nutrientes".

"Normalmente al sorgo por ser rústico se le pone poco nitrógeno. Sin embargo, para lograr altos rindes necesita aportes del suelo más los químicos", expresó.

Para ejemplificar, el cultivo necesita alrededor de 100 unidades de nitrógeno para rendimientos potenciales.

En cuanto a la logística para aplicar este fertilizante, Villar destacó que en general lo recomendable (por tranquilidad) es poner todo el nitrógeno al momento de la siembra. Asimismo, el técnico del Inta señaló que una opción puede ser dividir la dosis: una parte a la siembra y luego en V6 a V8 se puede realizar una fertilización complementaria. "Los productores no deben atrasarse en este ciclo del cultivo ya que entra enseguida en el periodo de crecimiento acelerado y definición del rinde". Y comparó este esquema de dividir la dosis de fertilización con el de maíz, en donde ambos cultivos son similares.

Por otro lado, Villar aseguró que hay que tener en cuenta las fuentes nitrogenadas ya que el productor debe buscar que la misma no tenga pérdidas de nitrógeno por volatilización.

Por último, el técnico del Inta Rafaela aseguró que los productores manejan de forma correcta la fertilización de la gramínea en las zonas agrícolas.

Pero en zonas con planteos mixtos (donde se explotan la ganadería) agregan sólo una base de nitrógeno que no pasa las 25 unidades de nitrógeno y hacia el norte, en áreas mas marginales, lo producen sin nada.

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