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Entre suelos arenosos y arcillosos

La fecha de siembra objetivo para el maíz del grupo CREA Taragüí es por estos días, entre el 15 de agosto y el primero de septiembre, buscando de esta manera que el período crítico del cultivo no caiga en las épocas de mayores probabilidades de déficit hídrico de la región (diciembre y enero). Se sembrarán materiales templados y cruza de templados y tropicales.

Según explica el asesor del grupo, Mariano Pizzio, la mayoría de los campos tienen suelos muy arenosos, con más del 7O% de arena, y por lo tanto muy pobres en materia orgánica (0,5%). Otros lotes, ubicados en la localidad de Perugorría, tienen suelos muy arcillosos, más susceptibles al déficit de lluvias pero mejores en materia orgánica (3%). “Ambos ambientes son, además, muy deficitarios en fósforo y otros minerales, por lo que nos obliga a hacer planteos de alta fertilización pese a que no esperamos altos rindes. Pondremos 100 kilos de urea y 100 de fosfato diamónico en promedio”, detalla Pizzio. Luego agrega: “Casi todo Corrientes tiene entre 1 y 3 partes por millón de fósforo, mientras que si vas a Chaco ya tenés hasta 80 partes por millón. Es una diferencia abismal”.

La cosecha del maíz de esta campaña está pautada para enero, y el rinde promedio que esperan es de 4,5 toneladas por hectárea. “En general los lotes van luego a avena para pastoreo para volver después a maíz. La rotación de cultivos es justamente uno de los temas no resueltos en la zona, ya que todo lo que produzcamos tiene que ser utilizado dentro de los campos porque los fletes a puerto y el potencial de rinde hacen muy riesgosa y poco rentable cualquier agricultura con fines de venta del grano”, dice Pizzio. Es por eso que las oleaginosas aun no tienen lugar en la rotación.

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