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El futuro de las aplicaciones

En primer lugar se le pregunta acerca de los rumores en cuanto a las restricciones propuestas de entre 500 a 1000 metros para la aplicación de agroquímicos en zonas periurbanas. El especialista explica que las entidades involucradas van a presentar una propuesta al Ministerio  de Agricultura para que, de esta forma, se eleve al congreso y se pueda rever la distancia mínima. Por su parte opina que “hay que trabajar seriamente y tomar los recaudos que correspondan pero que la herramienta bien manejada no presenta ningún riesgo”.

Cid introduce acerca del aporte que significará para la causa el desarrollo de un nuevo Software que mide la deriva y la controla. Se trata de un sistema con una Central Meteorológica que se encarga de medir todos los parámetros que importan a la hora de hacer una aplicación y agrega la posibilidad de medir datos propios de la misma como la velocidad de la máquina, sentido de la aplicación y pastilla aplicada.

Estos datos se transmiten directamente a la municipalidad y una persona idónea  evaluará si la tarea se está realizando correctamente.

“Se trata de una herramienta práctica que permite controlar desde una sola central a varias personas que estén trabajando en la periferia” confirma, y en el caso de que las condiciones no se ajusten a lo permitido se emitirá una señal exigiendo la suspensión de la aplicación.

“Desde el INTA no se fomenta a prohibir las aplicaciones, pero sí poner controles más estrictos”,  aclara el Ingeniero.

Seguidamente pone el acento en el riesgo que conlleva la aplicación de insecticidas en invernáculos, en donde las temperaturas son muy elevadas. “En estas actividades los productores no usan protecciones porque se mueren de calor, esto es mucho más grave que las aplicaciones periurbanas” confirma.

Por último establece como primordial capacitar a los aplicadores, que todos se encuentren matriculados, que las máquinas estén en buenas condiciones y que si se está aplicando un producto riesgoso (banda roja o amarilla) los controles sean más estrictos para garantizarle seguridad social.

Ramiro Cid concluye afirmando que los agroquímicos están incorporados a nuestra forma de vida y que si los sacáramos del medio sería un drama a nivel mundial. Todavía hay gente que sigue diciendo “hay que prohibir los agroquímicos, eso es una utopía”.

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