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La Fertilización con Nitrógeno de Pasturas Consociadas

Impacto del trébolblanco en la mezcla Festuca alta + Trébol blanco

Las pasturas puras de Festuca alta no fertilizadas con nitrógeno (N) presentan limitaciones para producir, especialmente luego del primer año. Es frecuente que la acumulación de forraje de la mezcla de Festuca alta y Trébol blanco supere los valores de la Festuca pura sin fertilizar. Esta diferencia puede ser importante y la información extranjera indica que va desde un 10-20% cuando la pastura se encuentra bajo pastoreo hasta un 40-60% cuando se utiliza bajo corte. Asimismo, de esos mismos trabajos se desprende que la Festuca pura supera la acumulación de forraje de la mezcla solo cuando la primera se fertiliza con altas dosis de N.

Con el objetivo de estudiar el efecto del trébol blanco sobre la producción y la calidad de forraje en pasturas base Festuca alta se realizó un ensayo en la EEA Pergamino, en el cual se evaluaron las siguientes alternativas: Pasturas puras de trébol blanco, pasturas puras de Festuca sin N o fertilizadas con dosis anuales de 75 y 150 kg N/ha/año (50% en marzo y 50% en agosto de cada año) y la mezcla de Festuca y trébol blanco.

La producción de la Festuca alta como resultado obtenido en dos ciclos de producción indicó el aumento de la producción de forraje en la medida en que se le agregó N. Sin embargo, la mezcla produjo más que los cultivos puros, aun en la estuca fertilizada con 150 kg N/ha/año.

La acumulación anual de los componentes de la mezcla reveló 4.685 y 7.725 kg MS/ha de Festuca alta y Trébol blanco, respectivamente, o sea ambas especies ligeramente por debajo de su producción en cultivo puro. En el segundo ciclo, la primavera fue excepcionalmente seca hasta el mes de octubre. Esto determinó que la respuesta esperada de la Festuca alta a la fertilización de agosto no se manifestara plenamente.

Por su parte, el verano, en particular el mes de enero, tuvo más precipitaciones y temperaturas relativamente más bajas para la época, lo cual favoreció al trébol blanco en esta época. En el segundo ciclo, la acumulación de forraje de la mezcla fue 3,2 y 3,7 Tn MS/ha mayor que la Festuca pura con 150 kg/ha de N y que el Trébol blanco puro, respectivamente. La acumulación anual de los componentes de la mezcla reveló 4.714 y 3.991 kg MS/ha de Festuca alta y Trébol blanco, respectivamente. Es interesante observar que la Festuca se vio favorecida en la mezcla, ya que acumuló más forraje que en el cultivo puro sin N. Por su parte, la producción del Trébol en la mezcla fue ligeramente menor que en el cultivo puro.

Efecto de la defoliación y de la fertilización con N sobre la composición botánica de la pastura

Las precipitaciones son el factor más importante que condiciona la presencia del trébol. Sin embargo, en ausencia de otras limitaciones ambientales, existen aspectos de manejo que pueden tener importancia en la producción, como ser la severidad de la defoliación por el pastoreo además de la fertilización.

Los cambios en la composición botánica de una pastura de Festuca alta y Trébol blanco pueden ocurrir como respuesta a la frecuencia y severidad de la defoliación. De este modo, cuanto más frecuente e intensa es la defoliación, mayor es el contenido de Trébol blanco en la pastura. Esto último puede ser visto como desfavorable para el rápido rebrote de las gramíneas erectas, mientras que el hábito rastrero del Trébol determina que solo una pequeña proporción de su biomasa aérea sea removida. El manejo de la defoliación afecta tanto la producción como la densidad del Trébol blanco en la pastura a través de cambios reversibles en su morfología.

 

 

De acuerdo a los resultados de ensayos de fertilización realizados en la EEA Pergamino, se pudieron distinguir dos situaciones:
 
1. En años secos el efecto del N es relativamente poco importante debido a que la sensibilidad del Trébol blanco a la falta de humedad y su escasa capacidad competitiva frente a la gramínea son factores que de por si llevan a pasturas compuestas principalmente por gramíneas.

2. En años húmedos y con veranos frescos, el N puede controlar el contenido del Trébol blanco en la pastura. Bajo estas condiciones, una dosis 50 kg de N/ha aplicada a fines del invierno permite mantener una alta contribución del Trébol en la pastura y aumentar significativamente la producción de forraje. Con dosis altas de N (>150 kg/ha) se compromete en el corto plazo la presencia del trébol en la pastura, principalmente por la competencia que le ejerce la Festuca alta.

Pasturas de Alfalfa y Festuca alta

En la EEA Pergamino se desarrolló un ensayo que tuvo como objetivo evaluar la acumulación anual, la distribución estacional, la composición botánica y la calidad de forraje de varias mezclas con dos niveles de fertilización con N (0 y 125 kg N/ha/año, 60 % en primavera y 40 % en otoño). El sitio no tenia limitaciones de fósforo ni azufre en el suelo.

El efecto de la fertilización de una mezcla Alfalfa-Festuca con N, se evidenció solo en el corte posterior a la fertilización (Tabla 2). La respuesta media fue de alrededor de 7 kg MS/ha el año de establecimiento (7,6 y 6,7 en primavera y otoño, respectivamente) y de 14 kg MS/ha en el primer año de producción (11,4 y 15,6 en primavera y otoño, respectivamente). El escaso efecto en el año de establecimiento puede haber reflejado por un lado el efecto de la mayor disponibilidad de N (mayor mineralización luego del laboreo del suelo) y el escaso desarrollo de la gramínea (ya que, en términos generales, a mayor porcentaje de leguminosa en la pastura, menor es la respuesta al agregado de N). En la pastura fertilizada, el aporte de la Festuca se incrementó entre un 6,8 y un 14 % con respecto a la misma pastura sin fertilizar en el año de establecimiento, y entre un 3 % (primavera y verano) y un 15,8 % (otoño e invierno) en el primer año de producción.

 

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Un problema común es decidir si aplicar nitrógeno a una pastura consociada de leguminosa, (alfalfa o trébol) y gramíneas. La principal decisión que debe tomarse es observar si la pradera es realmente un campo de leguminosas con algo de gramíneas o al revés, predominan las gramíneas por sobre unas pocas leguminosas. El punto económico de decisión para la fertilización nitrogenada es aproximadamente entre un 25 a 30% leguminosas en el stand. Un mayor porcentaje de alfalfa (o trébol) probablemente sea mejor no aplicar nitrógeno. El principal problema con la aplicación de nitrógeno a una pastura mixta es que las gramíneas serán más competitivas y reducirán aún más la proporción de plantas de leguminosas en el stand. Sin embargo, si se está ante el último año que se mantendrá la pastura, la aplicación de nitrógeno muy probablemente será beneficiosa para ese año. Cuando el porcentaje de leguminosas en el stand está por debajo del 25 al 30 %, el potrero deberá considerarse como una pastura de gramíneas, en consecuencia debería aplicarse fertilizante nitrogenado. Un claro síntoma visual es cuando se ven grandes diferencias de crecimiento y vigor en donde hay bosteos, deposiciones de estiércol, sobresaliendo con respecto al resto del pasto.


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