Cargando...

Las plagas, una amenaza para las leguminosas

Es tiempo de siembra de pasturas. El fin del verano y el principio del otoño es el momento recomendado para encarar esta labor.

El manejo de una pastura es una tarea compleja porque involucra dos sistemas: el vegetal, por un lado, y luego el animal que la consumirá.

Entonces si una pastura arranca mal, todo seguirá de la peor manera. Una de las problemáticas que actuan contra la eficiencia de implantación son las plagas. Por causa de los trips, los pulgones u otros insectos del suelo se afecta la producción de pasto en el primer año y a su vez la perennidad de la pastura será más corta.

Desde el INTA Pergamino, el especialista Nicolás Iannone advirtió que los trips son una plaga que afecta a alfalfa, lotus y otros tréboles, como el blanco y rojo, e incluso suele atacar en la emergencia de algunas gramíneas, principalmente de raigrás.

La presencia de estos insectos compromete seriamente la implantación de tréboles y alfalfa al producir muerte de plántulas en sus primeros estados de desarrollo, destacó Iannone.

Las consecuencias de estos severos daños, dijo el especialista, es la resiembra en casos extremos pero también con presiones poblacionales de trips bajas, la densidad del forraje disminuye y la cobertura se vuelve muy despareja.

Aunque estos insectos son minúsculos, 1,5 milímetros de largo, de color pardo-negruzco cuando adultos, sus daños son significativos. Su aparato bucal, con el que raspan el tejido vegetal, hace aflorar jugos vegetales (fotoasimilados) que posteriormente succionan para alimentarse.

Si bien los daños son producidos sobre toda la superficie foliar, en el caso particular de las leguminosas hay una mayor concentración de ellos alrededor de la nervadura central de los folíolos.

Los síntomas del perjuicio en el cultivo, detalló el especialista, son una apariencia plateada de la planta, la cual puede apreciarse desde lejos, sobre todo con una alta población de individuos. Además que las plantas también muestran pérdida del vigor y detención del crecimiento.

Para el control de esta adversidad, en presiembra y durante la implantación de la forrajera hay alternativas de manejo. Una de ellas son los tratamientos de semilla, considerando que esta plaga ataca desde muy temprano.

Esta acción preventiva es la más segura y redituable ya que la pequeña plántula en emergencia estará protegida desde un primer momento, subrayó Iannone, evitándose así los daños por falta de detecciones oportunas y los riesgos de fallas que tienen que ver con el control químico de una plántula que cuenta con escasa superficie de hoja expuesta.

Sin embargo, las aplicaciones de insecticidas en post-emergencia son importantes en alfalfares de uno o más años ya que es una herramienta que limita la pérdida significativa de biomasa verde por clorosis y/o detención del crecimiento.

En casos de aplicaciones en postemergencia también hay que considerar el volumen de rastrojo en superficie, ya que esto puede ser un obstáculo para la llegada del producto asperjado por la pulverizadora. Hay que considerar, recomendó el especialista, con aplicaciones en lotes trabajados en siembra directa y con abundante rastrojo, la posibilidad de incrementar en un 20% a 30% la dosis de producto.

Entonces, arrancar bien es la premisa y siempre vigilar para seguir mejor.

Compartir: