Desde el INTA Pergamino recomiendan tomar decisiones adecuadas en función de los umbrales de acción, y siempre teniendo en cuenta el análisis global agronómico sobre lote, lo cual permitirá ajustar y definir situaciones que son particulares de cada uno de ellos.
Se recuerda también desde la entidad que, para el correcto manejo de plagas es tan prioritaria la eficiencia como la protección del ambiente y en especial de los enemigos naturales
Isoca de la espiga (H. zea)
Los maíces de segunda que estén llegando al estado reproductivo se verán afectados por la isoca de la espiga. Altas poblaciones de adultos de esta especie presentes en estos momentos en gran parte de la región pampeana, afectarán seguramente a todo maíz iniciando su estado reproductivo, tanto convencionales como maíces Bt o MG. Los daños tendrán altísimo impacto en maíces pisingallo y maíz dulce.
La gravedad de la situación admite la necesidad de monitorear la presencia de huevos de H. zea (individuales, globosos y con estrías longitudinales de polo a polo si se observaran mediante lupa), monitoreo que se recomienda realizar incluso antes que aparezcan los estigmas verdes, dirigiendo la observación, en estos casos, sobre las espigas aún en formación.
Si se observan adultos en el lote de maíz en forma temprana, es decir al comenzar la aparición de la panoja (flor masculina), será conveniente la aplicación de un piretroide a fin de matar los adultos de H. zea presentes en el lote. Para ello, no se debe soslayar que por tratarse de adultos de lepidópteros noctuidos, éstos se encuentran de día muy escondidos y protegidos dentro de la planta de maíz (no expuestos al insecticida), y por lo tanto la aplicación debiera realizarse alrededor de las 20:30 hs a fin de alcanzar alta eficiencia de control por contactar a los adultos expuestos o en vuelo.
En el caso de presencia de huevos sobre estigmas verdes, se podrá realizar el control preferentemente con una mezcla de un insecticida IGR con un carbámico, o con un fosforado, o una diamida antranílica, etc.
Tanto para la frecuencia del monitoreo de huevos de H. zea, como para los tratamientos químicos de los maíces que tengan presencia de huevos de esta plaga, será de fundamental importancia que se tenga en cuenta la bioecología de la misma, específicamente en lo que respecta a su muy corto período de huevos (alrededor de tres días, según temperaturas reinantes). Lo mencionado, sumado a que las larvas eclosionadas alcanzarán la punta de la espiga, normalmente, en la misma noche de su nacimiento, implica que las pequeñas larvitas que llegaron a protegerse en el extremo de la misma quedarán fuera del alcance del insecticida que se aplique con posterioridad.
En consecuencia, para el logro de eficiencia de control sobre esta plaga, necesariamente debe existir muy alta cantidad de microgotas de insecticida "en su camino" hacia la punta de la espiga, de lo contrario los tratamientos de control serán muy deficientes cualquiera sea el producto y las dosis usadas. En otras palabras, la calidad de aplicación (nº de impactos/cm2 a nivel de espiga y manojo de estigmas) que se necesita para el control de esta plaga es bastante mayor aún a la alta calidad demandada para el control de problemáticas sanitarias como, por ej., enfermedades de fin de ciclo y Diatraea.
Debido a la naturaleza cerosa de los estigmas resulta imprescindible agregar un buen tensioactivo al caldo de aplicación, a la dosis máxima del rango de dosis recomendadas. Será necesario seguir observando la presencia de posibles nuevas posturas de huevos a los tres días de la aplicación anterior, ya que por las altas poblaciones de esta plaga cuyos picos coinciden con la floración de maíces tardíos o de segunda, como ahora, seguramente se necesitará una nueva aplicación (generalmente alrededor de un par de aplicaciones sobre posturas de huevos)