El sistema de alerta de plagas del INTA Pergamino, que dirige el ingeniero Nicolás Iannone, advirtió esta semana que se registra presencia de isoca bolillera en los cultivos de soja del sur provincial.
Los daños de esta plaga en soja pueden ser variados, según el estado de desarrollo en el que se encuentre el cultivo al momento del ataque. Normalmente se inicia a través de la colocación de huevos en los pequeños brotes terminales. De este modo, la presencia de larvas recién nacidas no se puede dar antes de V2. Al hacerse más grandes, y con mayor capacidad de ingesta, salen de los brotes plegados donde se encontraban, y comienzan a producir daños de corte de importante impacto sobre el cultivo que realiza tanto en brotes como en pecíolos y tallos tiernos.
Avanzado el estado vegetativo del cultivo de soja las isocas bolilleras suelen actuar como defoliadoras, con una capacidad de ingesta cercano a 350 cm² de hoja de soja durante su período larval. En cambio, cuando el cultivo llega a su estado reproductivo es ahí donde la bolillera tiene su mayor impacto en la producción de soja.
Si esta plaga se encuentra presente desde el inicio del estado reproductivo, llega a producir daños muy importantes en inflorescencias y con gran capacidad de destrucción (al cortar pedúnculos que las sostienen muchas inflorescencias caen). Posteriormente, cuando las vainas son chicas y tiernas se alimentan totalmente de ellas (estado fenológico R3 y R4), y al estado de formación de granos (R5) consumen directamente los granos mediante perforaciones en las vainas en los lugares donde éstos se encuentran. La notable preferencia por el grano demuestra que es una plaga ávida de proteínas e hidratos de carbono, característica destacable además de su gran voracidad y mayor tolerancia a los plaguicidas respecto de otros lepidópteros plaga.
Siete acciones de combate
El ingeniero Iannone enumeró varios pasos para actuar a tiempo:
Observar los brotes terminales de soja. Un ligero plegado de los mismos indica presencia de pequeñas larvas de bolillera en ellos.
Abrir los brotes plegados y verificar la presencia de larvas. Tomar 10 plantas al azar (no contiguas) en 4 zonas del lote, y determinar el % de plantas con larvas.
Observar presencia, o no, de huevos individuales, blanquecinos, en brotes terminales de las plantas de soja. Se ven a simple vista, y con la ayuda de una lupa se distinguirán las estrías longitudinales que presentan los huevos de bolillera.
No apurarse a tomar decisiones de control si hay presencia de huevos, mientras no haya cortes de brotes y tallitos tiernos. Tratamientos sobre huevos recién colocados frecuentemente requerirán de una nueva aplicación a los 8-15 días, debido a la eclosión de una camada de larvas producto de la eclosión de los mismos.
Si hubiera necesidad de realizar el control estando la soja muy chica (V2-3), usar insecticidas de contacto con acción translaminar o sistémicos. En esta etapa inicial del cultivo la residualidad esperada será exigua.
Con un desarrollo de la soja posterior a V3 conviene usar insecticidas de largo poder residual y protectores de la fauna benéfica, de acción translaminar y con sistemia de tallos a brotes. Insecticidas que cumplen con lo antedicho en el control de bolillera corresponden al grupo de las Diamidas Antranílicas, que a su vez son de muy baja toxicidad.
Los tratamientos contra bolillera tienen que tener una buena aplicación. Ello significa, en aplicaciones terrestres, gotas chicas y protegidas por el agregado de adyuvantes, que permitan lograr una buena cobertura y mejor penetración del insecticida en la superficie del vegetal, así como minimizar evaporación de las gotas. Esto es básico para la obtención de una mayor eficiencia de control de bolillera y mayor deposición del producto activo en el vegetal, lo cual también potenciará la residualidad del insecticida.
Detección temprana
Resulta de suma conveniencia detectar la presencia de huevos en los brotes de soja, a fin de ayudar a la toma de decisiones para el control. Ante la necesidad de un control por la presencia de larvas dentro de los brotes y, al mismo tiempo, una detección significativa o frecuente de huevos, tratar de demorar la aplicación química lo que sea factible, a fin de no tener que repetir el tratamiento cuando se produzca el nacimiento de los mismos.
Después de un período de huevos de 7 a 10 días nacen las pequeñas larvitas de 1 mm de longitud y de color oscuro. Cuando la larva de bolillera es pequeña, sus dos primeros estadíos, permanece en el interior de los folíolos de soja, a los que pliega con tela sin terminar de cerrarlo, a diferencia del capullo más apretado que realiza el barrenador de los brotes Epinotia aporema. A pesar del aspecto muy diferente que presentan los brotes atacados por una y otra especie de plaga, estos daños suelen confundirse.
Las características más salientes que permiten identificar fácilmente a esta especie de lepidóptero en su estado larval son las de presentar segmentos abdominales bien marcados, encontrándose en éstos pequeñas verrugas con pelos cortos, no densos, pero gruesos y bien visibles. Por estas verrugas en la base de los pelos, el cuerpo de la larva tiene un aspecto general rugoso, así como el grosor de su cuerpo le da una apariencia robusta. El último segmento abdominal termina en ángulo, es decir en un plano inclinado.
Umbrales de tratamiento
Los umbrales para la toma de decisión de control de bolillera se determinan según distintos tipos de daños para una soja a un determinado espaciamiento entre hileras. Dichos umbrales son suceptibles de ser ajustados para distintos grupos de soja y espaciamientos, en base a ensayos específicos.
Los umbrales para un cultivo sembrado a 35 cm son:
- Daños en brotes: 10% de plantas con larvas en brotes (al igual que barrenador Crosidosema aporema -Ex Epinotia-, tiene preferencia por el brote terminal)
- Daños como cortadora (de brotes y tallos tiernos): 1 - 2 isocas /m (1 larva /m en caso de baja densidad de plantas o presencia de estrés, o soja de 2da)
- Daños como defoliadora: 3 bol. /m, buenas condición de crecimiento en soja; 1 bol. /m, limitado desarrollo en soja (fuerte estrés hídrico)
- Daños en Inflorescencias-Vainas-Granos: Promedio de 0,5 bol. /m