El fitopatólogo de la Facultad de Agronomía de Buenos Aires, Marcelo Carmona, las Ing. Agrónomas, Maria Mercedes Scandiani y Norma Formento junto a Alicia Luque del Centro de Referencia de Micología (CEREMIC) realizaron un informe sobre las epidemias de Ramularia collo-cygni, organismo causal del salpicado necrótico de la cebada para la campaña 2012-2013
Esta enfermedad causa lesiones pequeñas necróticas que ocurren salpicadamente sobre las hojas, que terminan secándose en forma rápida. En la campaña 2001-2002 ocurrió por primera vez una severa epidemia en campos de Argentina (Khier et al., 2002) en varios lotes con diferentes variedades de cebada, las que se “entregaron” muy rápidamente generando importantes reducciones del rendimiento en número y peso de granos.
Esta enfermedad fue detectada por primera vez en Argentina en el año 2001); en esa oportunidad todas las variedades fueron atacadas incluyendo a la actual y ampliamente sembrada Scarlett. Su presencia fue detectada en Bragado, Coronel Dorrego, Coronel Suárez, Guisasola, Puán y Tres Arroyos a partir del estado de espigazón en lotes con diferentes antecesores y tipos de labranza. En estos campos la incidencia foliar fue del 100% y la severidad del 60 al 100%.
Luego en 2002, la enfermedad se presentó en plantas guachas de cebada y en raygrass (Tres arroyos), pero su intensidad fue menor al igual que en los años posteriores.
En la presente campaña, muestras de cebada en estado de inicio de grano lechoso provenientes de lotes de Piamonte, provincia de Santa Fe, se confirmó la enfermedad a través de la incubación y observación de las fructificaciones típicas del patógeno.
Al comienzo las lesiones son pequeñas y muy separadas una de otras; miden entre 1 y 3 mm de largo por 0.5 mm de ancho. Inicialmente, estas lesiones pueden confundirse con el comienzo de la mancha en red, luego crecen y se esparcen por toda la hoja dando un aspecto de salpicado denso. Las lesiones aparecen súbitamente y frecuentemente luego de la espigazón y la hoja bandera suele estar totalmente necrosada mostrando un intenso salpicado necrótico.
Los daños que provoca esta enfermedad es la que acelera la senescencia y afecta el número, peso y tamaño de los granos de cebada.
Por eso, para manejarlo se apela a la utilización de fungicidas como la técnica más utilizada en el momento más apropiado para la aplicación. Las experiencias europeas muestran que aplicaciones previas o durante la espigazón, en general en los estadios GS 37 y GS 55, pueden lograr un buen control aun cuando en general no es posible eliminar la enfermedad en el lote.