Por otra parte, esta situación también se puede registrar en montes que no hayan sido tratados durante el invierno. Por lo tanto se recomienda revisar los montes frutales con antecedentes de presencia de esta plaga, para determinar si es necesario realizar las pulverizaciones correspondientes.
El control de la primera generación de ninfas es “crucial y obligatoria” para la sanidad de los montes frutales que presentan esta plaga. Esto se debe a que el control de la segunda generación es al inicio de la cosecha de peras y manzanas donde el uso de insecticidas se ve restringido por las reglamentaciones de tolerancias y residuos nacionales e internacionales.
El Piojo de San José (Quadraspidiotus perniciosus, P.) ataca la parte aérea de los manzanos y perales, provocando la muerte de ramas, dardos y la desvalorización comercial de los frutos al succionar su savia e inyectar una toxina. Sobre las ramas aparecen en densas colonias y sobre los frutos producen manchas circulares pequeñas de color rojizo, en las cuales se observa el escudo del piojo.
Los nacimientos de las primeras ninfas se producen alrededor de la primera quincena de noviembre, en tanto que a fin de enero se registran los nacimientos de la segunda generación. En cuanto a los nacimientos de la tercera generación, se producen a fines de marzo o primeros días de abril.
Monitoreo
Para determinar el nacimiento se puede utilizar cinta adhesiva de doble faz en las ramas con escudos, donde quedarán pegadas las larvas migratorias. En los períodos de mayor riesgo, éstas deben ser observadas diariamente.
Tratándose de una plaga cuarentenaria, su presencia no puede ser aceptada, por lo tanto, es necesario extremar las precauciones para lograr su erradicación.
Para más información:
Grupo Manejo Integrado de Plagas
Liliana Cichón - lcichon@correo.inta.gob.ar
Silvina Garrido - sgarrido@correo.inta.gob.ar