Artículo escrito por: Ing. Agr. Gustavo Aliquó, Ing. Agr. Analía Díaz Bruno, Ing. Agr. Liliana Troilo del EEA Mendoza INTA.
Debido a las recientes lluvias y al estado fenológico del cultivo de la vid en Mendoza, ya están dadas las condiciones para la aparición de peronospora, enfermedad causada por el microorganismo Plasmopara vitícola. Si bien dicha enfermedad es esporádica, dependiendo de las condiciones ambientales (temperatura, lluvias, rocío), su control preventivo es de suma importancia para evitar los importantes daños ocasionados en el cultivo.
Plasmopara, en su forma invernante, está presente en el suelo y en las hojas secas. En la primavera, con el aumento de la temperatura y la humedad, el microorganismo germina y es transportado hasta los brotes y hojas por el agua de lluvia y el aire. Es así como se produce la primera infección de la temporada o infección primaria.
Normalmente se llama "regla de los tres 10" a los factores que deben darse para que esta infección primaria ocurra:
- 10 mm de agua, aportados por lluvias o riego (necesarios para hidratar la oospora invernate)
- 10° C de temperatura mínima durante dos días seguidos
- 10 cm de longitud de brote, para que las hojas puedan ser infectadas
En Mendoza, la primera condición ya está siempre dada por el riego; las otras dos se cumplen generalmente a partir del mes de octubre.
Infección secundaria
Una vez producida la infección primaria de la planta, ocurre el contagio a otras sanas, denominándose a esto infección secundaria. Las condiciones meteorológicas necesarias para la infección secundaria son: rocío durante 6 horas, temperaturas entre 16 y 24°C y humedad relativa del 70%.