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Suelos húmedos, una oportunidad para la fertilización de cultivos

Con suelos recargados de humedad en gran parte de la región pampeana, las condiciones para el desarrollo de la campaña 2012/2013 son, salvo en aquellas zonas muy afectadas por excesos hídricos, ideales para la siembra.

Este cuadro de situación también representa una oportunidad para pensar la fertilización de los cultivos. "Debemos pensar en potenciar la campaña con una nutrición balanceada, fundamental para que los cultivos expresen todo su potencial. Para ello tenemos que ejecutar las mejores prácticas de manejo (MPM) para la fertilización, las llamadas 4 C: dosis correcta, fuente correcta, momento correcto y forma de aplicación correcto", señaló Mirta Toribio, coordinadora de investigación y desarrollo de la empresa Profertil.

En esta empresa sostienen que al referirse a las MPM de la fertilización hay que pensar en las propiedades de cada uno de los nutrientes. "Si hablamos del fósforo, sabemos que este nutriente no es móvil en el suelo, por lo cual podemos aumentar la dosis pensando en las distintas estrategias de fertilización (estrategia de reconstrucción o mantenimiento) siempre pensando en el rendimiento potencial del cultivo", explicó Toribio. Vale recordar que la soja consume 7 kg P/tn grano y el maíz, 4 kg P/tn de grano producido.

"Si hablamos de nitrógeno [las necesidades en maíz son de 22 kg N/tn de grano producido], tenemos que tener en cuenta que este elemento es muy móvil en el suelo. Por lo tanto, en una campaña tan húmeda, hay que pensar que hubo pérdidas producidas por lixiviación y desnitrificación de nitratos por procesos de lavado y saturación del perfil del suelo", agregó la especialista.

En este contexto, para Toribio en esta campaña se recomienda:

  • Realizar análisis de suelo presiembra para saber con qué dotación de N y P se arranca.

 

  • Realizar una buena fertilización de base con fósforo y, si es necesario, azufre para tener una buena implantación del cultivo.

 

  • Analizar las posibilidades de un aumento en la densidad de siembra pensando acompañarla de un ajuste de la nutrición para que no actúe como limitante.

 

  • Considerar rendimientos potenciales para elaborar un buen plan de fertilización pensando en un balance de nutrientes y en las MPM para la fertilización.


    Un buen plan de fertilización para maíz implica considerar la división de dosis de nitrógeno, parte a la siembra (60 kg N-NO3/ha es suficiente para un comienzo exitoso) y el resto en V6. Se encontraron respuestas en rendimiento aún con aplicaciones en V10-V12; por lo tanto, pensar en dividir dosis.

Lavado del nitrógeno

Jorge Bassi, vicepresidente de Fertilizar y especialista de Bunge, dijo que los excesos de lluvia generan lavado del nitrógeno que está presente como nitratos del suelo, "especialmente en suelos de texturas medias a arenosas o en zonas con pendientes".

Por ello, según Bassi, para "prevenir esto recomendamos no adelantar las aplicaciones de fertilizantes nitrogenados, ajustando la aplicación a la ventana de dos a seis hojas del maíz y sorgo".

Agregó que "a partir de cuatro hojas se acelera fuertemente la tasa de absorción de nitrógeno por parte del cultivo, por lo que se disminuye el tiempo en el que el fertilizante estará expuesto a una lluvia que lo lave", afirmó.

Análisis de suelo

Para Bassi, es importante realizar el análisis de suelo para conocer el contenido de nitratos hasta 60 cm, "ya que el perfil puede estar invertido, presentando más nitratos en profundidad que en la capa superficial".

En trigo, según explicó, las lluvias primaverales tuvieron un doble efecto: lavaron parte del nitrógeno de los suelos y están aumentando el potencial de rendimiento del cultivo. "Hemos medido pérdidas de 30 a 50 kg de N", subrayó.

En este contexto, aconsejó: "En algunas regiones, como el Sudeste, se puede corregir con fertilizaciones al suelo. En zonas donde el cultivo ya esté más avanzado se pueden hacer correcciones con fertilizantes foliares a partir de hoja bandera".

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