El crecimiento del garbanzo como alternativa productiva obliga a extremar los cuidados del cultivo y a atender las recomendaciones de los especialistas. Al respecto, Gloria Viotti, referente en enfermedades en garbanzo, informó que se ha detectado un elevado porcentaje de dos géneros de hongos de suelo de amplia difusión, Fusarium y Rhizoctonia. Aunque son los síntomas iniciales son similares a los del tizón, no deben confundirse con "la presunta presencia de esta enfermedad", dijo la especialista. Por lo tanto, la aplicación preventiva de fungicidas del grupo de los bencimidazoles como único principio activo "pueden generar rápidamente cepas resistentes, con las consecuencias futuras que ello implica", advirtió Viotti, que dirige el laboratorio Agroplant, de Monte Cristo, Córdoba.

"Más del 90% de las muestras recibidas en nuestro laboratorio tuvieron un diagnóstico positivo de Fusarium y Rhizoctonia", señaló. "Estos patógenos van restringiendo en forma gradual la traslocación de agua y nutrientes con la consecuente muerte a corto o mediano plazo de las plantas afectadas o partes de ellas. A esta situación se suman los daños de las heladas que dejaron gran cantidad de hojas y/o ramas tiernas muertas, con un característico tono pajizo al comienzo pero que, debido al abundante desarrollo de hongos saprófitos, rápidamente oscurecen estos tejidos alarmando a quienes hacen un seguimiento periódico de los mismos", añadió.

Por otra parte, la presencia de abundantes puntos necróticos, especialmente en hojas basales, ha generado una gran incertidumbre. "Es importante destacar que, a pesar de la gran similitud con los síntomas iniciales del tizón, estas manchas no son exclusivas de esta enfermedad. Es así que, si bien ya se ha detectado más de un lote con tizón, en la mayoría de los casos estas manchas no son causadas por un patógeno, por lo tanto la aplicación de fungicidas será inadecuada", advirtió.