Los trips siempre son un problema a resolver en soja. Por ese motivo, especialistas del INTA Oliveros plantean la necesidad de no abandonar los monitoreos en el cultivo, más aún en zonas donde las precipitaciones no hayan sido tan abbundantes.
Según la especialista Evangelina Perotti, estas plagas afectan los cultivos de soja en todos los estados reproductivos si las condiciones para su desarrollo los acompaña.
Por ese motivo, dijo que aún en estados reproductivos avanzados, es necesario incrementar los controles, porque “es una plaga que está presente durante todo el ciclo y dependiendo de las condiciones ambientales que tengamos, puede que las poblaciones se incrementen lo suficiente como para producir pérdidas de rendimiento”.
Esta plaga, tanto la larva como el adulto, dañan el tejido de la hoja, produciendo el vaciado de las células y eso se transforma en la sintomatología que permite observar el color plateado en la hoja de la planta, que en el transcurso de los días se torna hacia un marrón.
TRIPS: ATENTOS AL CICLO DE VIDA
Según la ingeniera agrónoma, los trips tienen ciertas particularidades. Entre ella, el más importante, es que su ciclo es bastante corto de huevo a adulto y los adultos son muy longevos: “pueden vivir hasta 25 días”, expresó.
“Cuando se dan las condiciones climáticas óptimas para su desarrollo, sobre todo de estrés térmico o hídrico, puede que haya superposición de generaciones que ocasiones picos poblacionales que afectarán las hojas superiores del cultivo y por ende su rendimiento”, contó Perotti.
El daño que ocasionan estos insectos es afectar la tasa de fotosíntesis. “Cuando uno observa una hoja levemente plateada, puede estar disminuida su capacidad fotosintética en un 50% y de allí la necesidad de proteger las hojas del estrato superior”, aseguró.
Además, los especialistas aseguran que los cultivos de mayor ciclo de madurez tienen mayor tolerancia a los trips e incluso jugando un poco con la fecha de siembra, se logra hacer coincidir el periodo crítico, con estados del mes de marzo, en donde proliferan las condiciones ambientales que favorecen el desarrollo de un hongo entomopatógeno que lo controla.
“Este hongo aparece básicamente con días seguidos de humedad, rocío, precipitaciones y bajas temperaturas”, cuenta la ingeniera agrónoma, aunque dice que no hay que abandonar el monitoreo.
En caso de observar presencia de esta plaga, los productores deben conocer que existen algunos productos registrados para su control químico. Entre los cuales los IGR, espinocina y algunos otros de acción traslaminar son muy efectivos para el control de este importante problema.