El control de semillas y el manejo de malezas fueron dos de los ejes que se abordaron el en IV Congreso de Malezas que se realiza hasta este viernes bajo el lema “Ciencia, producción y sociedad: hacia un manejo sustentable”.
El profesor Lovreet Shergill (University of Montana), en su presentación aseguró que ”al momento de la cosecha del cultivo las semillas de las malezas también se colectan, se buscó un método de control denominado HWSC (Harwest Weed Seed Control) que permite eliminarlas o afectarlas”
“Se trata de un método que resulto más eficaz en especies que tienen mayor retención de semillas, las cuales una vez que ingresan a la cosechadora son destruidas en más de un 97% y el resto presentan baja viabilidad o nula”, explicó el especialista estadounidense.
Control de semillas y manejo de malezas, los principales ejes en la tarde del ASACIM en Mar del Plata
La tarde de Conferencias Plenarias en el IV Congreso Argentino de Malezas – ASACIM, comenzó moderada por Julián Oliva (UCC), con la presencia del Prof. exponiendo sobre “Control de semillas de malezas en cosecha: un valioso aporte a las herramientas de manejo de malezas”.
Este sistema funciona en un amplio rango de peso de semillas de malezas, pero también aclaró que “una proporción de semillas no ingresa a la máquina ya que alrededor del 30% se pierden por el cabezal de cosecha, un 5% la tolva y 5% por cola de máquina”.
Otra opción presentada fue el “Line Chaff”, por el cual “las semillas de malezas que se colectan con los granos de cultivo podrían acumularse en sectores del campo, con hilerado por ejemplo y luego se procede a su quema”.
Asimismo consideró el docente que los destructores de semillas (molinos de impacto) también permiten recoger los restos de cosecha concentrándolos, lo que permite reducir la dispersión en el campo. El LC captura más del 95% de las semillas de maleza y se puede usar solo en algunos cultivos como trigo”.
El manejo de malezas
Por su parte, Fernando Oreja (FAUBA) expuso sobre: “Entendiendo la biología y ecología del Amaranthus palmeri para elaborar estrategias de manejo exitosas”, aclarando que brindaría “conceptos que se aplican a cualquier especie de maleza problemática, cómo diseñar las estrategias de manejo conociendo la ecología y biología de las especies”.
La Amaranthus palmeri es nativa del Desierto de Sonora y “demostró adaptabilidad al ambiente desértico, y cuando se movió hacia el este, principalmente llevada por el hombre, se fue metiendo en sitios agrícolas y también demostró ser una muy buena competidora”, puntualizó Oreja.
A la hora de describir a las plantas, el especialista de la FAUBA, explicó que “esta característica es por su alta tasa de crecimiento que se ubica entre los de 3-4 cm por día, por ser una excelente captadora de radiación, de su uso, y excelente captadora de agua y nutrientes. Es una planta dioica y tiene alta variabilidad genética por su polinización cruzada, por lo que aparezcan individuos altamente resistentes a herbicidas. Sin competencia logra producir hasta 600.000 semillas”.
De acuerdo a lo expuesto por Oreja, en Argentina el porcentaje de lotes afectados por el yuyo colorado fue creciendo desde 2019 notablemente.
¿Como se llegó hasta acá con lotes hoy incosechables por la cantidad de plantas? “Por la simplificación de sistemas productivos, pocos cultivos en rotación o monocultivo que generan que no roten modos de acción de herbicidas tampoco”, describió.
Oreja, sumó también otro aspecto para elevar la polémica y al respecto comentó que “el modo de arrendamiento de los lotes, que generalmente se hacen a corto plazo afectan el diseño de estrategias de manejo”.
Además se encargó de aclara que el uso de las cosechadoras externas que llegan desde otros lotes, sin limpiar, son una buena forma de dispersar semillas. Y, por último -sobre todo- la situación actual se debe a la preponderancia del control de malezas (uso casi único de herbicidas de manera reactiva) sobre el manejo integrado de malezas, que se debe a que los objetivos de los productores son a corto plazo y la necesidad de los programas es de mediano y largo plazo. Hay que encontrar la integralidad”.
Por estos motivos, remarcó que “conocer la biología y ecología sirve para elaborar un programa de manejo de malezas efectivo. La dinámica poblacional es un factor a tener en cuenta para un buen manejo integrado, las temperaturas alternadas promueven la germinación, mientras que las semillas viejas necesitan del estímulo de luz roja para germinar. El uso de cultivos de cobertura o el rastrojo pueden ser factores que ayuden en el manejo de yuyo colorado”.
Por último, recomendó: “El suelo tiene que estar cubierto al inicio de la emergencia de la maleza por buen rastrojo; además sumar el uso de cultivos de servicio con siembras tempranas, con estructuras de cultivos que cubran rápido el suelo; rotaciones con cultivos de invierno o pasturas; usar preemergentes para control es fundamental en la resistencia a herbicidas y el uso de postemergentes”.
Recomendó, asimismo, acompañarlos con el uso de cultivos tolerantes que “permiten la aplicación de herbicidas como glufosinato de amonio, dicamba, etc; monitoreos frecuentes posaplicación y repasar escapes, limpiar la maquinaria previo ingreso al lote y el uso de los destructores de semillas”.