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Biodiversidad en la huerta: la protección de la fauna benéfica, clave para tener éxito

Muchas de las personas que tienen y practican huertas en sus hogares suelen rodear su entorno con otros cultivos que no son comestibles y se utilizan para embellecer el lugar. Se trata de plantas denominadas ornamentales que cumplen una función preponderante.

Estas plantas, que acompañan la huerta en los jardines, cumplen una función central en la salud de la huerta familiar y su desarrollo. Es debido a que contribuyen a aumentar la biodiversidad del lugar, y con esto, generan interacciones beneficiosas entre los componentes del sistema.

 

¿Qué es la Biodiversidad?

A nivel de huerta o jardín, la biodiversidad se refiere a la diversidad de especies presentes en estos espacios, incluyendo la diversidad de plantas tales como especies cultivadas en la huerta, especies en el ambiente y especies espontáneas (también conocidas como malezas. Pero también la cantidad de insectos presentes: los que causan daño a los cultivos y los benéficos que se alimentan de insectos anteriores.

La idea de aumentar la biodiversidad en las huertas tiene un justificativo y es que mientras más especies vegetales haya implantadas, más variedad de insectos van a encontrar un sitio donde alimentarse, refugiarse y reproducirse”, sostiene el técnico del programa Prohuerta en Pergamino  y Colon, Guido Bruno.

Ocurre que los insectos son sin duda unos de los principales factores que dificultan el camino de los productores familiares en su objetivo de cultivar hortalizas en sus casas. Sin embargo, su presencia como aliado, es fundamental.

En ciertas ocasiones, la presencia de distintas especies de insectos produce daños en los cultivos. Estos daños dependen de muchos factores. Entre ellos, el tipo de aparato bucal, el órgano de la planta que fue dañado, el estadio de la planta en el momento del ataque y si la plaga es vector de algún virus, entre otros aspectos.

De esta manera, existen insectos que succionan sustancias por medio de un aparato picador suctor, y otros, que cortan las hojas disminuyendo el área fotosintética de las plantas. También, hay plagas que habitan subterráneamente y se alimentan de raíces y semillas, y algunas que cortan el tallo a la altura del suelo, cuando las plántulas son pequeñas, provocando su muerte.

En la mayoría de las veces los daños son parciales, afectando en pequeña medida a la producción. Pero en otras oportunidades, el perjuicio es mayor, ocasionando, incluso, un fracaso rotundo en la huerta familiar.

La intensidad de los daños, depende en gran medida de la población de individuos de una determinada especie que se están alimentando en un momento determinado”, aseguró el especialista del INTA. Además, el tamaño de dicha población está determinado por otros factores. Entre estos, y quizá el más importante a buscar es la presencia de enemigos naturales.

 

Cadena Alimentaria de las Plagas

En la naturaleza existen cadenas tróficas (cadena alimentaria) donde a grandes rasgos, se pueden diferenciar 3 niveles: Autótrofos, que producen sus alimentos a partir de la energía solar, agua y nutrientes. Consumidores primarios, que se alimentan de autótrofos; son fitófagos y se alimentan de plantas. Y por último consumidores secundarios, que se alimentan de los consumidores primarios. Son predadores (capturan y se alimentan de sus presas). También existen degradadores y detritívoros que degradan materia orgánica muerta.

De estos 3 niveles, a los emprendedores de la huerta familiar, les tienen que interesar los fitófagos y predadores.

Los fitófagos, por alimentarse de plantas son los que potencialmente pueden producir daños en nuestros cultivos. Y los predadores, son los que van a controlar que la población de fitófagos no sea tan grande como para producir daños significativos.

Por otro lado, algunos insectos, deben pasar por distintos estadios para llegar a adulto y reproducirse. Así es el caso de las mariposas, que en su etapa juvenil son orugas, luego forman un capullo dentro del cual se produce una metamorfosis y emerge una mariposa que es el adulto, el cual continúa el ciclo a través de la postura de huevos. Es decir que pasa a lo largo de su ciclo de vida por los estadios de huevo, larva, pupa, adulto.

Cada uno de estos estadíos, es muy diferente a los demás, tanto en forma, hábitat, hábitos alimenticios, y otros.

 

Garantizar la Presencia de Predadores

Para garantizar que un predador permanezca en la huerta, es necesario que cumpla sus requerimientos de hábitat en cada uno de sus estadios.

Aquí es donde la biodiversidad entra en juego, tanto de especies cultivadas como de espontaneas. La presencia de distintas plantas, con diferencias en sus hábitos de crecimiento, características morfológicas, requerimientos hídricos, requerimientos nutricionales, estacionalidad, entre otros aspectos, garantiza que los predadores puedan encontrar las condiciones para su crecimiento y desarrollo.

De esta manera se logra un equilibrio, donde ninguna población de una especie puede crecer exponencialmente llegando a grandes cantidades de individuos.

Es muy beneficioso favorecer la biodiversidad, la variedad de cultivos combinados con flores y plantas aromáticas. Introduciendo el máximo de especies diferentes se consigue un equilibrio en el huerto. Esta gran diversidad de cultivos, la buena gestión de la tierra, el aporte regular de materia orgánica y las asociaciones y rotaciones de cultivos permiten el crecimiento de plantas sanas y muy productivas sin generar dolores de cabeza en los amantes de las plantas.

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