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Barbechos: cuánto hay que reducir las gotas para alcanzar las malezas “escondidas”

Si bien los productores están iniciando la cosecha gruesa, ya comenzaron a pensar en los barbechos de la campaña 2023/24. Aunque las lluvias no se extendieron por todo el país, los pronósticos indican que comenzarán en los próximos meses.

Ante este escenario, las malezas se presentarán en los lotes y la aplicación de herbicidas será clave para preservar el agua en el perfil de suelo. Uno de los factores a tener en cuenta, según explicó Ezequiel Pezzoni, de AZ Group,  es definir la cantidad de gotas que se aplicarán sobre las malezas, para asegurar la dosis de producto y su posterior control.

El primer paso será considerar sobre que rastrojo se aplicará el barbecho. “Si el lote sale de un cultivo de soja, los restos vegetales son poco voluminosos y menos aún esta campaña en la cual el desarrollo fue inferior a lo normal”, explicó.  En este caso, agregó que no resulta complicado llegar a la maleza con una buena cantidad de gotas.

En girasol, maíz o sorgo la situación es diferente: el volumen de rastrojo es muy superior a la soja y las malezas empiezan a crecer al reparo de los restos vegetales. En esta instancia, será fundamental la elección de la boquilla y la presión de trabajo. El objetivo será asegurar gotas de tamaño reducido, para una mejor llegada e impacto a las malezas.

 

TAMANO DE LAS GOTAS

Pezzoni afirmó que, para llegar a las malezas escondidas, es conveniente aplicar una gota chica, menor a 250 micrones. “Con buenas condiciones y bien protegida con tensioactivos antievaporante en dosis adecuada, la gota fina llega a destino”, señaló.

En caso contrario, con gotas grandes es menor la probabilidad de un adecuado control, más allá del caudal de campo escogido.

Para medir el alcance del trabajo a campo, una opción son las tarjetas hidrosensibles. Las mismas pueden ser escaneadas con diferentes aplicaciones en el teléfono, y tener los resultados al momento.  Sin la aplicación, igual es posible realizar el muestreo con las tarjetas y luego hacer conteos y comparaciones con material testigo.

El número de impactos por centímetro cuadrado es el dato de referencia que debemos conocer”, afirmó.

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