El trigo está en plena campaña y por este motivo es importante monitorear la sanidad del cultivo. Desde Aapresid y el INTA destacaron la necesidad de prevenir enfermedades como el virus del mosaico estriado.
Esta enfermedad tiene como principal herramienta de combate, la prevención. Por este motivo, se brindan cinco prácticas para lograr este objetivo.
El virus del mosaico estriado del trigo es una de las enfermedades virales más importantes a nivel mundial. Esto se debe a que tiene un gran potencial de daño y a la ausencia de herramientas curativas.
Este virus tiene la característica de que siempre necesita un huésped vivo para sobrevivir, por este motivo su vector es el ácaro Aceria tosichella. “Aunque el principal cultivo afectado por el virus es el trigo, también puede infectar a cebada, avena, triticale, maíz y malezas gramíneas”, señalaron desde Aapresid.
La enfermedad genera síntomas principales en trigo como clorosis (amarillamiento) en las hojas que se pueden presentar en forma de mosaicos o estrías. “En hojas individuales, los síntomas del mosaico estriado comienzan como pequeñas líneas cloróticas”, aclararon.
Por otra parte, los técnicos señalaron que otros síntomas severos son el retraso en el crecimiento, plantas estériles o con producción de semillas vanas. “Cuanto antes se produzca la infección, mayor será el efecto en la planta”, aclararon.
Cinco medidas de prevención
- “La prevención es la herramienta clave para esta enfermedad, ya que una vez que el cultivo está infectado no se puede hacer nada”, detallaron desde Aapresid. En este sentido, las medidas tienen como objetivo disminuir la fuente de ácaros.
- Para reducir el potencial de propagación del virus se busca principalmente interrumpir el ciclo de vida de A. tosichella destruyendo plantas guachas de cereales y malezas hospedantes, que actúan como “puentes verdes”, es decir generan un sitio en donde el vector pueda sobrevivir hasta el próximo ciclo del cultivo.
- Como la enfermedad también puede transmitirse por semillas, una medida de manejo consiste en no utilizar semilla proveniente de lotes enfermos. Se recomienda el uso de cultivares de trigo con buen comportamiento frente al virus (Comportamiento Sanitario de Variedades de trigo. Alberione et al., 2022).
- Otra estrategia, aunque de menor relevancia, es evitar la siembra temprana, que coincide con altas poblaciones de ácaros. Las especialistas consultadas destacan que esto no se refiere a hacerlo fuera de la fecha óptima recomendada para trigo, sino que alienta a sembrar en una fecha más tardía dentro de esa ventana.
- El diagnóstico preciso es clave para prevenir los impactos de esta virosis. Desde INTA recomiendan que, ante la presencia de síntomas de posible virosis, se envíen muestras a laboratorios que puedan identificarla a través del análisis por DAS-ELISA A con antisueros específicos para confirmar la infección por el WSMV.