La Red de Manejo de Plagas (REM) de Aapresid alertó ante la presencia de gusano blanco para la próxima campaña. Desde la entidad explicaron que durante el verano se observaron numerosos adultos de bicho torito
Este escenario generó una alerta sobre la posible presencia de una elevada población de larvas durante los próximos meses. “Estos insectos, en bajas densidades son benéficos ya que mejoran las propiedades físicas del suelo y favorecen la descomposición de residuos orgánicos. Sin embargo, cuando las poblaciones aumentan, afectan la implantación de cultivos invernales, ya que se alimentan de sus semillas, raíces y plántulas”, informaron desde la REM.
De esta manera, es importante saber monitorear y cuándo realizar aplicaciones para tener una buena campaña de trigo. “Es fundamental el monitoreo en presiembra, con especial atención en suelos no perturbados o que salen de una pastura, donde la incidencia es mayor”, aclararon.
Cómo saber si hay bicho torito en el lote
“La formación de montículos de tierra en la superficie del suelo es un indicio de la presencia de la plaga, su no existencia no significa que no haya larvas en el lote”, comentó la REM. En este sentido, explicaron que la pala es una buena herramienta para conocer el suelo.
“Para un correcto monitoreo, es necesario hacer al menos 10 pozos cada 30 ha, de 50x50 cm de superficie (1/4 m2) y 30 cm de profundidad, uniformemente distribuidos en el lote. En cada pozo, hay que observar atentamente la muestra de suelo extraída, desterronando manualmente y registrando la totalidad de larvas de gusanos blancos presentes, para luego estimar el número de larvas/m2”, informaron.
¿Cuándo se justifica realizar control químico?
Desde Aapresid explicaron que el control químico se justifica sólo cuando la población de bicho torito es superior a 5-6 larvas/m2. De esta manera, detallaron que supone una pérdida de rendimiento del 10% en trigo. “Poblaciones menores de este insecto o presencia de otras especies de gusano blanco no justifican el control químico”, aclararon.
La REM informó que el tratamiento de semillas es la estrategia con mayor eficiencia, de alrededor del 70 %. “Insecticidas tales como tiodicarb, tiametoxam, teflutrina e imidacloprid, demostraron ser eficientes para este tipo de aplicación. Cabe destacar que, si bien este método es preventivo, sólo debe usarse si se constata que el lote hay presencia de larvas por encima del nivel de daño económico”, señalaron los técnicos.
Control cultural y biológico
“Una práctica de manejo a tener en cuenta es el retraso de la fecha de siembra del trigo. En siembras tempranas, las plantas están expuestas a un mayor daño al coincidir con temperaturas todavía elevadas y por ello una mayor actividad de las larvas”, señalaron desde Aapresid.
Por otro lado, la REM comentó que se debe tener en cuenta los entomopatógenos y las avispas parasitoides del género Thipia y Campsomeris, cuyas larvas controlan las larvas, y las prepupas y pupas, respectivamente. “El manejo integrado de la plaga garantizará tanto la tranquilidad del productor como el equilibrio ambiental”, concluyeron.