El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), comenzó con los muestreos de plantas madres del género prunus (frutales de carozo) hospedantes del Plum Pox Virus (Sharka), plaga cuarentenaria reglamentada en el país, con el objetivo primordial de verificar la ausencia y evitar su potencial dispersión en plantaciones comerciales del norte de la provincia de Buenos Aires y así cuidar tanto la sanidad como la producción de los cultivos de ciruelo, durazno y damasco.
Las actividades a campo, son realizadas por personal especializado, de la Oficina Senasa de San Pedro, en jurisdicción del Centro Regional Buenos Aires Norte, en el marco del programa de sanidad de material de propagación de viveros.
Con la realización de estas tareas se busca constatar la ausencia de esta plaga, en plantas madre, que luego serán utilizadas para la extracción de yemas que será utilizadas como material de propagación.
Los controles se realizan sobre los operadores de material de propagación (viveros productores), en donde las muestras obtenidas son enviadas al laboratorio oficial, para una eventual erradicación de un foco detectado.
De este modo el Senasa realiza tanto la puesta a punto de la técnica analítica entre los laboratorios participantes, como la inscripción y análisis de plantas madres, previo a su multiplicación, además del respectivo control prohibiendo el movimiento en todo el territorio nacional de material de propagación hospedante de la raza “D” de PPV sin la autorización del Senasa (Resolución Senasa Nº 24/05).
Pero, ¿A que nos referimos con el Virus del Sharka?
La enfermedad de Sharka, cuyo agente causal es el Plum pox virus (PPV), es la enfermedad más destructiva de los frutales de carozo (Prunus sp.) a nivel mundial, debido a los serios daños que provoca en los frutos, impidiendo su comercialización.
El hombre es la principal vía de dispersión de esta enfermedad al utilizar material de propagación infectados. También se dispersa naturalmente por pulgones desde árboles enfermos a árboles sanos de una misma propiedad o de propiedades vecinas.
Este virus no causa la muerte de los árboles infectados y muchas veces estos pueden no mostrar síntomas por largos períodos de 1 a 4 años. Las plantas enfermas si no son erradicadas, actúan como fuente de contagio de la enfermedad a los otros árboles sanos de la plantación.
Controlar positivamente la dispersión de esta enfermedad es trabajar activamente en el acompañamiento y la capacitación de productores y viveristas, lo cual provoca una mejora muy significativa y de calidad en su actividad productiva, además de profundizar los controles de los movimientos de materiales de propagación de especies hospedantes del virus y la consolidación del trabajo interinstitucional con un avance continuo.
Teniendo presente las consecuencias que dicho virus provoca en los frutales de carozo, el Senasa indica la obligatoriedad de la denuncia ante sintomatologías sospechosas propias de esta enfermedad. La misma debe realizarse escribiendo un correo electrónico a viveros@senasa.gob.ar o dirigiéndose a la oficina Senasa más próxima a su unidad productiva.