Las enfermedades ya estaban presente en los lotes. Quietas y expectantes. Necesitaban de las condiciones adecuadas para su avance y desarrollo en en variedades de trigo y cebada, las cuales se presentaron durante la última semana con la recomposición de la humedad en muchas zonas. Ahora, con el repunte de las temperaturas, se conjugará otro factor para su progreso.
De acuerdo a los reportes sanitarios que elaboraron recientemente técnicos especializados, el principal consejo es comenzar con los monitoreos activos.
La técnica especializada en fitopatología Cristina Palacio, en su informe de sanidad, publica lo que está sucediendo sobre el sudeste y norte de la provincia de Buenos Aires, coincidente con el trabajo que realiza el departamento de sanidad vegetal del INTA Pergamino, y según los datos de Lucrecia Couretot.
Hacia el sudeste, Palacio indica que la cebada comenzó a encañar en esa región y presencia de manchas foliares, lo cual cambia según variedad y antecesor. Al respecto, aclara que cuando las manchas se presentan tan temprano, muchas de ellas pueden ser carga fúngica de la semilla. Por su parte, Couretot indica que, en este cultivo, hay entre un 5%-20% de presencia de mancha en red y el progreso dependerá de las lluvias en cada zona.
Por su parte, en el caso del trigo, Palacio advierte que las enfermedades que aparecen desde agosto, principalmente, son mancha amarilla y roya estriada. Esta última patología fue la primera en ser detectada este ciclo en el sur de la región, temprana y en rotaciones exigidas.
Desde el INTA Pergamino indican que la roya amarilla muestra incidencias del 1% al 10% y la de la hoja (anaranjada) del 1% al 5%. Al respecto, alertan que, en la última semana coincidente con la llegada de las lluvias y en variedades susceptible, la tasa de infecciones de la estas enfermedades aumentaron un 5%.
De esta forma, ambos trabajos sugieren intensificar la frecuencia de monitoreo y planificar la protección del área foliar activa, con buena calidad de aplicación.