A nivel general, la soja de la región se encuentra en estados fenológicos entre R5-R7, en tanto que el maíz entre R3-R5. Así lo reportó el informe de situación fitosanitaria emitido por el Laboratorio de Fitopatología de la Facultad de Ciencias Agropecuarias – Universidad Católica de Córdoba.
El mismo advierte sobre una importante presencia de Scletorinia sclerotiorum en varias zonas de esta amplia región productiva, lo que ha derivado en síntomas de podredumbre húmeda en plantas de soja. A raíz de esta problemática, desde la Facultad recomendaron “no guardar semilla y registrar el lote para manejo a futuro”.
Otros aspectos sanitarios preocupantes están siendo las Enfermedades de fin de ciclo (EFC), especialmente Mancha marrón y Tizón morado en hojas, así como Antracnosis y el complejo Diaphorte-Phomopsis en vainas y tallos, los cuales han avanzado de manera importante durante el mes de marzo.
También Mancha ojo de rana y Cercospora sojina, se han registrado con alta severidad en diferentes regiones, según informó la casa de altos estudios. Ante esta situación invitan a “registrar el comportamiento de las variedades en un año de alta presión”.
En lo que respecta a las enfermedades foliares más conocidas, el informe revela: “Tizón y cercosporiois han continuado avanzando en diferentes híbridos y se registran diferencias entre materiales, antecesores y fechas de siembra. Bacteriosis foliares y mancha blanca también se ven distribuidas, pero con menor presión”.
Cabe destacar que en la región CN, las condiciones ambientales presentaron en la campaña una gran heterogeneidad. “En pocos kilómetros de diferencia se registraron áreas que pasaban de sufrir estrés hídrico a otras donde la humedad fue una constante. En zonas cercanas a Jesús María, durante todo marzo, se registró gran acumulación de HMF y no se registraron días con altas temperaturas, condiciones que ayudaron al desarrollo de patógenos como MOR y Sclerotinia en soja, y TFC y Czm en maíz”, indica el reporte.
Ante este contexto se explica también la situación de secado de plantas y pudriciones en algunos sembradíos. “Comenzaron a registrarse secado de plantas tanto en soja como en maíz, por diferentes patógenos. Así como pudriciones de espiga”, detalló el Laboratorio de Fitopatología de la UCA, que, además, dejó algunas consideraciones sobre el majeo de los lotes afectados, para trabajar de aquí en adelante: “Llegando al fin de ciclo de ambos cultivos, es importante el registro de las enfermedades por lote, ya que muchas de estas enfermedades se ven beneficiadas por el inóculo que queda en el rastrojo enfermo. Llevar adelante la historia sanitaria de los lotes, ayuda a prevenir y manejar muchas enfermedades de importancia”.