El Gobierno de Entre Ríos, la Asociación de Citricultores de Concordia (ACC), el Senasa y la Federación del Citrus de Entre Ríos (Fecier) controlaron cerca de 15.000 hectáreas para prevenir casos de Huanglongbing (HLB) en los últimos seis meses, informaron hoy fuentes gubernamentales.
El HLB, causada por la bacteria Candidatus liberibacter, es considerada la enfermedad más destructiva de los cítricos ya que transforma la fruta en amarga y deforme.
El ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Económico provincial, Juan José Bahillo, destacó el trabajo realizado, y pidió trabajar en "los pasos a seguir de cara a la renovación" del convenio de trabajo, que vence en mayo.
Junto con el secretario de Agricultura y Ganadería, Lucio Amavet, presentaron también a productores y a la Fecier el plan de complementación en el uso de energía eléctrica y solar para abaratar costos en explotaciones citrícolas y arandaneras.
El objetivo es "alternar ambas fuentes de suministro en base paneles para sistemas de riego y prevención de daños por heladas y granizo".
Por otro lado, Bahillo resaltó la apertura del mercado del Reino Unido para el citrus entrerriano, "una oportunidad de crecimiento en un mercado atractivo, ya que traccionar la demanda hacia arriba puede generar mejores condiciones de precios".
A su turno, Amavet destacó el trabajo en conjunto y la "buena predisposición de los dueños de las quintas cítricas para poner en práctica el monitoreo correspondiente".
"Si queremos salvar la citricultura, el compromiso, prevención y erradicación debe ser de todos y cada uno de los actores que la conforman", enfatizó el funcionario.
Cada monitoreador tiene su equipo con un GPS, un aspirador de diaphorina, tubos de guardado para insectos y ninfas y alcohol al 70%.
Al visualizar el insecto se procede a aspirarlo y cae dentro del recipiente, luego se aspira algo de alcohol con el mismo aparato donde ya está el insecto, y luego la diaphorina muerta es extraída con un succionador e introducida en un tubo de guardado.
La ninfa es de coloración variada que va desde el amarillo, naranja al marrón, con un cuerpo aplanado ovoide con ojos rojos y antenas negras y alas en desarrollo; crece en cinco estadíos y mide de 0,25 a 1,7 milímetros en su última fase.
En Entre Ríos existen alrededor de 1.900 productores citrícolas que cultivan unas 36.387 hectáreas, y comercializan anualmente cerca de 740.000 toneladas.
La producción citrícola es considerada el principal motor económico del noreste entrerriano, con más de 25.000 empleos directos, según datos oficiales.