Esto evidencia que existe una carga de patógenos muy similar a nivel país, pero a su vez, da cuenta de la necesidad de contar con semillas de mejor sanidad como primera medida de manejo de enfermedades. El diagnóstico de la muestra permite definir la utilización de otra herramienta de manejo de enfermedades que es el uso de terápicos específicos, lo que significa: saber qué producto utilizar, en qué proporción y asegurar una cobertura homogénea con una buena calidad de curado. Este se constituye solo como un ejemplo, sin embargo, el escenario se puede trasladar a otro tipo de cereal o cultivo.
Este será uno de los temas que se analizarán durante el 1er Congreso Argentino de Semillas, que se llevará a cabo el 3 y 4 de noviembre y se realizará online y gratuito. Serán más de 100 expertos y profesionales que compartirán información y alcances de diferentes investigaciones y desarrollos relacionados a la calidad y sanidad de la semilla, la seguridad alimentaria, genética y la verificación de especies y cultivares, producción de semilla de calidad y la aplicación de innovaciones tecnológicas; y desafíos presentes y futuros en el marco legal y regulatorio.
Precisamente, en materia sanitaria uno de los trabajos mostrará que la presencia de hongos en las semillas puede reducir la germinación, causando podredumbre, tizón de plántulas, y manchas foliares, con un impacto proporcional en la calidad y cantidad de la semilla y grano obtenida al final de la cosecha. Por ello es necesario llevar adelante un plan de manejo más preciso para achicar brechas de pérdida.
Bajo la metodología de blotter test con congelamiento sobre papel, de acuerdo a las reglas ISTA -International Seed Testing Association-, los laboratorios de ALAP determinaron la prevalencia/ incidencia promedio de Fusarium, Alternaria, Bipolaris y Drechslera tanto en cebada como en trigo. En cebada el promedio durante los 10 años fue: Fusarium 72,2 / 7,5%, Alternaria 87,5 / 31,1%, Bipolaris 53,8 / 2,7%, y Drechslera 47,6 / 2,1%. Mientras que en trigo la prevalencia / incidencia fue de Fusarium 87,4 / 9,1%, Alternaria 88,2 / 30,1%, Bipolaris 34,3 / 1,2%, y Drechslera 32,9 / 1,2%.
La vanguardia tecnológica que caracteriza al siglo XXI permite acceder a los nuevos desarrollos informáticos y científicos, y de esa manera actuar bajo un paragüas de conocimiento mucho más amplio, pudiéndose aplicar a diferentes tipos de semillas y actuar sobre patógeneos en particular.
Estos serán algunos de los disparadores que tendrán en común especialistas nacionales e internacionales y referentes del sector público y empresarial durante las dos jornadas del Congreso.