La medida, que fue publicada en el Boletín Oficial, busca que se alerte al personal del control más cercano sobre esta plaga para poder adoptar y fortalecer las tareas de prevención, vigilancia y control del Senasa.
Si bien la plaga no causa daños a la población, la presencia de altas densidades de la misma puede generar un impacto social en zonas urbanas. Suele ocasionar pérdidas severas en zonas agrícolas y ganaderas.
Históricamente, la distribución típica de este insecto se ha circunscripto a localidades de las provincias de Santiago del Estero, Chaco y Córdoba.
No obstante, en los últimos años se ha visto un avance de la plaga sobre Santa Fe, Entre Ríos y San Luis, además de la localidad de Pergamino, en Buenos Aires. En lo que va del año, también se ha observado un progresivo aumento de estos insectos en Catamarca, Salta y las provincias antes mencionadas en donde han ocasionado diversas pérdidas en cultivos de soja, maíz, algodón y sorgo, también en bosques nativos y pasturas.
La tucura quebrachera es una plaga perteneciente a la superfamilia de los acridoideos. Si bien es una especie polífaga, con preferencia alimenticia hacia el follaje de árboles y arbustos de hoja dura, sus estadíos juveniles, caracterizada por presentar hábitos gregarios, consumen prácticamente todo tipo de material vegetal.
Según el Senasa, ante la plaga es obligatoria la denuncia y notificación.
"Toda persona responsable o encargada de explotaciones agrícolas y ganaderas, autoridades sanitarias nacionales, provinciales o municipales y/o aquellas personas que por cualquier circunstancia detecten la presencia de ejemplares de Tucura Quebrachera en cualquiera de sus estadios (huevo, ninfa y adulto), como así también aquellas personas que realicen controles a través de medios propios o a través de servicios prestados por terceros, están obligadas a notificar el hecho en forma inmediata y de manera fehaciente...", señala la resolución del organismo.