Científicos argentinos pertenecientes al CONICET y a la Fundación Instituto Leloir (FIL) identificaron una molécula clave que se encarga de promover el desarrollo de los pelos radicales, que son las células de las raíces encargadas de absorber agua y nutrientes del suelo.
Mediante este descubrimiento se podrá desarrollar cultivos que se adapten a condiciones de sequía y otras adversidades asociadas al cambio climático.
Según José Manuel Estévez, jefe del Laboratorio, “conociendo los mecanismos que regulan el desarrollo de los pelos radicales, su tamaño, su capacidad para detectar agua y nutrientes en el suelo y absorberlos”, se puede reconfigurar la disposición del desarrollo de los cultivos.
El grupo de investigadores realizaron los estudios con la planta modelo Arabidopsis Thaliana, que está emparentada genéticamente con los cultivos de mayor importancia agrícola a nivel mundial.
En ella descubrieron que la inhibición de una molécula formada por una proteína y azucares, llamada glicopéptido AGP21, desencadena la diferenciación de los pelos radicales a partir de los tricoblastos, o sea, determinaba el desarrollo de las células de las plantas que determinan la absorción de agua y nutrientes de la tierra, y por ende, el crecimiento de la planta.
El trabajo fue publicado por la Agencia CyTA del Instituto Leloir, y del avance también participaron Javier Gloazzo Dorosz (también primer autor del estudio), Mariana Carignani Sardoy, Eliana Marzol, Silvina Mangano, Diana Rodríguez, Javier Martínez, Yossmayer del Carmen Rondón y Silvia Velásquez, integrantes del grupo de Estévez; Marina Ciancia, de la Facultad de Agronomía de la UBA y del CONICET; Laercio Pol Fachin, del Centro Universitario CESMAC, en Brasil; Bianca Villavicencio y Hugo Verli, de la Universidad Federal de Rio Grande del Sur, en Brasil, y Georg Seifert, de la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida, en Viena, Austria.