La red de manejo de Aapresid elaboró un informe con las principales malezas resistentes. Entre ellas se encuentran el yuyo colorado, rama negra y las gramíneas Chloris y Eleusine.
En muchas ocasiones el control de estas malezas se dificulta y la estrategia junto a la logística se presentan como una solución. El informe destaca surgen limitantes como aplicaciones tardías (con malezas de mayor tamaño el recomendado), baja calidad de aplicación, falta de conocimiento técnico y por último el alto costo de los tratamientos.
En este sentido, señalan que la fallas en el control de estas malezas particulares tienen que ver con problemas generales. Desde Aapresid comentan que la mala aplicación tiene diferentes respuestas.
En un primer lugar aparece el viento como una limitante, ya que muchas veces se trata de una zona con frecuentes días consecutivos de ráfagas que impiden las aplicaciones. Por otra parte, una de las causas de la mala aplicación es que estas se deciden tardes por falta de asesoramiento técnico o de criterio profesional.
El informe también detalla que también hay razones menos ligadas a lo agronómico pero que terminan impactando en el resultado: muchos productores compran en el momento para evitar tener productos en el campo por miedo a robos. Y en muchas ocasiones las máquinas llegan a estar paradas por falta de personal idóneo para manejarlas.
Por este motivo desde la REM destacaron la importancia de ver el problema. “Sólo cuando se llega al origen de las fallas en el control de estas malezas, es posible diseñar estrategias efectivas”, mencionaron los técnicos.
Diseño de estrategias efectivas
Cultivos de servicios: estos disminuyen y concentran las emergencias de malezas, reduciendo la necesidad de aplicaciones. Además, descomprimen la sobredemanda de pulverizadoras. Ejemplos exitosos son la siembra área de centeno sobre maíces tardíos para controlar Rama negra, o la combinación de cultivo de servicios y herbicidas residuales para Yuyo colorado. “Sin embargo, la calidad de aplicación sigue siendo importante porque se requiere llegar a controlar malezas creciendo debajo de la cobertura”, destacaron desde REM.
Uso de herbicidas residuales: El uso de esta herramienta es clave en el manejo de malezas, incluso solapados entre sí, por medio de la técnica conocida como “overlapping”. Además, aliviana la logística de aplicaciones ya que asegura un buen período de tiempo libre de nuevos nacimientos.
Biotecnología: tecnologías como la tolerancia a glufosinato de amonio permiten hacer aplicaciones de doble golpe con este herbicida sobre el cultivo ya nacido, lo que de otra forma sería imposible. Por su parte, la tecnología Enlist permite hacer lo mismo con glufosinato y además aplicar haloxifop (Galant) ampliando la ventana de aplicación y la disponibilidad de pulverizadora.
Incorporación de adyuvantes: estas moléculas, que acompañan a los herbicidas, resultan primordial para atenuar posibles déficits de calidad de aplicación.
Recalcular la necesidad de maquinaria: es probable que el parque de pulverizadoras de los productores ya no sea suficiente para el contexto actual, donde la “oportunidad” es decisiva. “Cada empresa deberá reconsiderar el impacto sobre los costos de un mayor tiempo ocioso de la maquinaria, versus los costos ocultos por fallas en el control”, señalaron desde Aapresid.
Logística: tiene un papel clave en el control de malezas ya que la oportunidad de aplicación y la disponibilidad de maquinaria pueden ser tan importantes como un buen principio activo.