El 1° de Enero 2020 entró en vigencia en Francia una nueva reglamentación que fija distancias mínimas de aplicación de fitosanitarios en zonas periurbanas, convirtiéndose así en uno de los primeros países de Europa en dar un cuadro nacional para la protección de residentes en zonas agrícolas. La ley se basa en las recomendaciones realizadas por la ANSES (Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, ambiente y trabajo) e instancias de consulta pública.
En cuanto a las distancias a respetar por productores y otros usurarios de fitosanitarios, establece mínimos de 20 metros no reductibles para la aplicación de sustancias más ‘preocupantes’ (el Glifosato no está incluido en esta categoría), 10 metros para cultivos altos (arboricultura y vides) y 5 m para el resto de los cultivos. Estas distancias no incluyen los productos naturales o de biocontrol, sustancias de base y productos de bajo riesgo.
La normativa podría modificarse a escala departamental, a condición de la presentación de documentos validados científicamente. Así, los límites anteriores podrán reducirse a 5 m para cultivos altos y 3 m para el resto de cultivos si el Gobierno departamental se compromete al uso de tecnologías y/o prácticas probadas, por ejemplo de reducción de deriva, que garanticen una aplicación eficiente.
Por otro lado, la norma prevé el refuerzo de especificaciones para zonas no agrícolas. En este sentido, se apuntará a incluir medidas que prohíban o regulen el uso de fitosanitarios en parques, espacios públicos y privados de acceso público en áreas urbanas.
Asimismo se prevé el acompañamiento financiero de productores mediante un fondo de 25 M€ destinado a la compra de material y herramientas de aplicación más eficaces y de menor impacto. Por último, el Ministerio de Agricultura movilizará fondos a ciencia e innovación para la realización de estudios complementarios.