La inversión en tecnología agrícola es uno de los rubros más afectados por las retenciones. En la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (CIAFA) están convencidos de que, por los cambios de los derechos de exportación, “los cultivos que demandan mayor tecnología verán afectados sus márgenes y por consiguiente se producirá un cambio hacia cultivos como la soja en detrimento de las gramíneas, principalmente maíz y trigo”.
Eduardo Tajada y Horacio Silva, presidente y vicepresidente de CIAFA, respectivamente, destacaron que "la reducción de insumos es una variable de ajuste que se ha observado en años anteriores, a través del menor uso de tecnología de fitosanitarios y fertilizantes. Y esto se podrá apreciar en la nueva campaña de siembra 2020/21".
Con relación al mercado de fertilizantes, Tajada pronosticó que "la menor implantación de gramíneas indicaría un menor consumo de productos de ese rubro, lo cual hace suponer que sería difícil alcanzar el consumo record absoluto de la campaña 2019/ 2020".
Eduardo Tajada, presidente de CIafa.
En materia de fitosanitarios, Silva estima "una caída del 10% y volveríamos a un valor de mercado cercano al del año 2015, motivado por una actitud de cautela del productor, enfocándose en el cultivo de soja que requiere menor inversión inicial y por lo tanto menor financiación de capital".
Los directivos de CIAFA advirtieron que "cuando hay un estímulo a la implantación de gramíneas, vemos que se favorece el planteo de esquemas de siembra más sustentables como los que se dieron en la campaña 2018/ 2019 y en la campaña 2019/ 2020.
Consideran que "las últimas dos campañas sirven como prueba piloto para entender que cuando las relaciones insumo producto son favorables, la siembra de gramíneas aumenta como ocurrió en la campaña 2018/2019 donde la producción de trigo alcanzó los 19 millones de toneladas y la de maíz 48 millones.
Es por ello, que ante un aumento de los derechos de exportación, creen que "sería muy importante buscar estímulos entre los que se pueden destacar el proyecto de ley de conservación y mejoramiento de la fertilidad de los suelos", en su momento impulsado como legislador por el hoy ministro de Agricultura, Luis Basterra.
Horacio Silva, vice presidente de Ciafa.
Tajada y Silva aseguraron que "la Argentina tiene capacidad instalada para la síntesis y formulación de fitosanitarios y producción de ciertos fertilizantes que permite abastecer en tiempo y forma una gran diversidad de productos tanto para cultivos extensivos como para las economías regionales, lo cual brinda cierta independencia de factores externos y a su vez permite agregar valor local a precios competitivos".
Destacan que "las condiciones necesarias para estimular y mantener la producción local es garantizar en tiempo y forma una adecuada provisión de materias primas que permitan el normal abastecimiento, siendo hoy la capacidad productiva instalada capaz de generar un aumento de la mano de obra a partir de la demanda, que incluso puede cubrir la demanda al 100 por ciento de numerosos insumos".
Las modificaciones del tipo de cambio "podría compensar el derecho de exportación de estos productos y dar un impulso al mercado de exportación tanto para fertilizantes como fitosanitarios ya que, a modo de ejemplo, en los últimos 3 años han disminuido las exportaciones de productos fitosanitarios formulados, las cuales fueron en el 2018 de 251 millones versus 450 millones de dólares en el 2015".
Concluyen que "la consolidación de la industria es y será un desafío con la visión puesta en producir más insumos con valor agregado en el país. El sector agropecuario precisa de estabilidad económica con acceso a créditos y estímulos a la producción para poder entregar la previsibilidad de rindes que aseguren la inversión, la diversificación y la sustentabilidad económica, social y productiva en la búsqueda constante de la generación de valor agregado en nuestra producciones primarias".