Acercándose el final del ciclo de la soja, ni las plagas ni las enfermedades dejan en paz a la oleaginosa, luego de una campaña muy complicada.
En este caso, las luces de alerta se encendieron por ataques de oruga medidora en soja de segunda, en los alrededores de Venado Tuerto, y mancha marrón, en el norte de Buenos Aires.
Un informe de la agencia Venado Tuerto de INTA reportó la llegada tardía, pero con bastante intensidad, de oruga medidora sobre materiales de segunda en esta zona, que también estuvieron acompañados por ataques leves de bolillera. Por ello, desde la agencia recomendaron comenzar los monitoreos para identificar larvas pequeñas y medianas.
En el caso de la medidora, continúa el informe, es de fácil identificación, ya que al desplazarse lo hace como si estuviera “midiendo el camino”. En caso de la bolillera, cuando el cultivo se encuentra en estado vegetativo daña brotes y tallos tiernos de plantas de menos de 10 centímetros de altura. Luego del ataque, aclaró el informe, la planta se recupera emitiendo ramas axilares que provoca que sean más bajas que lo normal.
Por otra parte, agregó que cuando el ataque de bolillera se produce en estado reproductivo, el insecto destruye las vainas parcial o totalmente, o bien las perfora, para consumir el grano en formación.
Ante estas dos posibles situaciones, los del INTA afirman que no hay dificultades para hacer el control durante la primera etapa de desarrollo del cultivo, pero que la situación es muy diferente en el estado reproductivo, por la ubicación de las orugas sobre la hojas y las vainas del cultivo. En este caso se requiere el uso de las máximas dosis recomendadas.
Sin embargo, no todo termina con las orugas. Para seguir con la atención puesta sobre la soja de segunda, Aapresid difundió, a partir de datos aportados por el Sinavimo (Sistema Nacional Argentino de Vigilancia y Monitoreo de Plagas), dependiente del Senasa, que se detectó la presencia de mancha marrón en el norte de la provincia de Buenos Aires.
Esta enfermedad foliar, considerada de fin de ciclo, se favoreció por las condiciones climáticas de hace algunos días, cálidas y húmedas. Entonces, entre las recomendaciones, el informe aclaró que los estadíos del cultivo entre R1 y R5 (desde floración hasta llenado de grano) son críticos para estas enfermedades. También que la cobertura de los surcos es importante para la mancha marrón, porque el desarrollo de la enfermedad se ve favorecido por el espacio del suelo sin cobertura.
Además, los valores superiores al 25% durante los primeros estadíos reproductivos son considerados críticos para las posteriores infecciones y las temperaturas moderadas y lluvias semanales favorecen la dispersión del patógeno, desde los niveles inferiores a los superiores de la planta.