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Más municipios de Córdoba caminan por la senda verde

Un asesor fitosanitario monitorea un lote en un campo ubicado en una zona periurbana y detecta problemas con malezas, plagas o enfermedades que requieren de algún tipo de aplicación. Emite la receta correspondiente, que es enviada al municipio con un plazo de hasta 48 horas antes de que se efectúe la pulverización, para que una ingeniera agrónoma la audite y autorice.

Esta misma profesional será la que luego controlará el proceso cuando se lleve a cabo, fiscalizando que las condiciones ambientales y la carga de la máquina aplicadora sean las correctas. Y cuando el trabajo termine, emitirá un comprobante de que todo se realizó como lo establecen las leyes.

A grandes rasgos, ese es el procedimiento que se sigue en Monte Buey para garantizarle a la población que las aplicaciones de agroquímicos en las zonas colindantes al pueblo se hacen de manera segura y sin riesgos para la salud.

No es algo muy diferente a la mecánica que siguen otras localidades de Córdoba, pero el rasgo distintivo de Monte Buey es que tiene un sello otorgado por el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (Iram) que valida estos procesos.

Onda verde

Esta Municipalidad, junto a la de Cosquín, fueron las primeras en recibir la certificación de “Municipio Verde” que impulsa la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), en el marco de su programa Aapresid Certificaciones.

Gabriel Pellizzon es el subdirector adjunto de este programa y quien tiene a su cargo la iniciativa Municipio Verde, a la que considera “una herramienta de diálogo”. “En las áreas periurbanas suelen darse conflictos que parecen irreconciliables, pero que surgen por falta de conocimiento o mala información. Esta certificación viene a avalar y hacer más franco y sincero el diálogo entre los productores, los pobladores urbanos y el municipio”, resume a Agrovoz.

Y amplía: “Los cañones siempre apuntan al productor, que juega en minoría este partido. Con esto, se dan vuelta y miran al municipio. El Iram es el que garantiza a los habitantes que lo que el municipio dice que hace, realmente, lo hace”.

La posibilidad de dar una respuesta confiable a las inquietudes de los pobladores urbanos llevó a que sean varios los municipios los que quieren sumarse a esta “onda verde”. Concretamente, Alta Gracia, Falda del Carmen, Malagueño, Marcos Juárez, Arias, Camilo Aldao, Inriville y Los Surgentes son los que ya iniciaron los trámites en Córdoba.

Según Pellizzon, los interesados deben comunicarse con Aapresid, que les enviará un check list para que revisen las condiciones mínimas, en términos legales y administrativos, que hay que cumplir para poder ser parte. Por ejemplo, que esté correctamente delimitada el área periurbana y si hay zonas de resguardo libres de agroquímicos, qué productos se pueden aplicar y a qué distancia, y las disposiciones para el reciclado de bidones y tránsito de maquinaria.

“Una vez cumplido este paso, dos personas de Aapresid chequean que todo esté en orden y se organiza el turno de la pre auditoría con personal del Iram, que vuelve a revisar todo y le pone fecha a la auditoría final con las autoridades municipales. Si la superan, tiempo después llega el certificado que tiene una extensión de un año”, explica Pellizzon.

Experiencias

Santiago Lorenzatti es uno de los impulsores de Agricultura Sustentable Certificada (ASC), la principal iniciativa que forma parte del programa Aapresid Certificaciones y de la que se desprende Municipio Verde. Vive en la zona periurbana de Monte Buey, donde entre otras cosas gerencia empresas de producción agrícola y es asesor fitosanitario y de una empresa de pulverización.

Desde esos roles tuvo activa participación en el plan para que el sello llegara a su pueblo. Y destaca que no se trata solo de un respaldo para los controles a los fitosanitarios sino también de una tarea que incluye capacitaciones y acciones de difusión. “La idea es romper la barrera entre campo y ciudad, hablando estos temas de manera responsable y seria, con un marco claro de referencia para poder conversar”, subraya.

Matías Terán, coordinador de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Cosquín, sostiene que el respaldo del Iram terminó de formalizar un trabajo que venían desarrollando en conjunto con el Ministerio de Agricultura y Ganadería, en el marco de la Ley 9.164 que regula el uso de fitosanitarios.

“Esto nos brinda un mayor grado de seriedad en la gestión municipal de que lo que decimos que hacemos en materia de controles, realmente lo estamos haciendo”, afirma.

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