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Para proteger a la soja hasta la cosecha

Un informe realizado por Aapresid con datos del Sinavimo/Senasa advierte sobre la importancia de proteger al cultivo de soja de mancha marrón, una enfermedad que, entre otras regiones, se ha detectado en el norte bonaerense.

 

Según el informe, en mancha marrón "el inóculo primario proviene de la semilla infectada o de residuos de plantas infectadas de la temporada anterior".

 

"El viento y el salpicado de lluvia distribuyen las esporas del hongo a partir de las lesiones primarias presentes en cotiledones u hojas primarias", explica.

 

Se trata de una enfermedad foliar, pero puede ocasionalmente afectar tallos, vainas y semillas. "Se presenta durante todo el ciclo de cultivo, pero se generaliza en los primeros estadios vegetativos y en los estadios reproductivos intermedios o avanzados", señala el informe de la entidad.

 

Los síntomas de esta enfermedad se pueden observar durante todo el ciclo de cultivo, en forma de manchas de color marrón, irregulares, inicialmente pequeñas, que luego se unen cubriendo grandes áreas de la hoja.

 

La característica principal para identificarla y diferenciarla de otras similares es la presencia de halos amarillentos rodeando a las manchas, que contrastan con el resto de los tejidos verdes normales. En ataques severos las hojas afectadas caen prematuramente y se anticipa la madurez del cultivo de 2 a 4 semanas.

 

Los síntomas se hacen más notorios a medida que el cultivo se aproxima a la madurez. Las lesiones en las hojas maduras les dan a éstas una coloración rojiza, lo que provoca su caída prematura. Los signos de la enfermedad están representados por estructuras del hongo que emergen de los tejidos afectados (tallos y hojas) como puntaciones de color oscuro.

 

En este contexto, cuando la enfermedad se manifiesta durante los primeros estadios del cultivo la defoliación que causa se ve compensada inmediatamente por la formación de nuevas hojas.

 

Por el contrario, cuando se presenta luego de la floración la defoliación provoca pérdidas de rendimiento, especialmente si las condiciones ambientales se mantienen favorables durante un tiempo prolongado.

 

Riesgo de monocultivo

Según el informe, el desarrollo de la enfermedad se ve favorecido por tiempo cálido (10/27°C) y húmedo. Asimismo, la enfermedad es más severa en campos bajos, con acumulación de agua o después de períodos de lluvias intensas.

 

El monocultivo asociado a siembra directa asegura la presencia del patógeno en el cultivo (sobrevive en rastrojo). La lluvia está fuertemente asociada al incremento de los niveles de esta enfermedad.

 

Entre otras medidas de control se recomienda sembrar semilla sana o tratada con fungicidas; rotar los cultivos y asegurar una correcta nutrición del cultivo, además de realizar una aplicación foliar con fungicidas.

 

A todo esto, entre las pautas a tener en cuenta para una eficiente aplicación de fungicidas foliares para el manejo de la mancha marrón el INTA Pergamino recomienda los siguientes puntos:

 

  • Período crítico para el desarrollo de las enfermedades. Tener en cuenta que los estadios fenológicos del cultivo comprendidos entre R1 y R5 (desde floración hasta llenado de grano) son críticos para estas enfermedades, ya que las mismas causan anticipación en la madurez del cultivo y afectan el llenado de granos. Los rendimientos finales son más afectados cuando más tempranas son las infecciones.

 

  • Grado de cobertura de los surcos. En el caso de la mancha marrón de la hoja, la cobertura de los surcos es de importancia porque el desarrollo de la enfermedad se ve favorecido por el espacio sin cobertura entre los surcos, ya que el patógeno se difunde mediante el salpicado de las gotas de agua de lluvia.

 

  • Umbral para el control de mancha marrón. Este umbral se expresa en porcentaje de la altura de la planta a la que llegan los síntomas de la enfermedad. Los valores superiores al 25% durante los primeros estadios reproductivos son considerados críticos para las posteriores infecciones.

 

  • Condiciones climáticas. Hay que recordar que las temperaturas moderadas y las lluvias con frecuencias semanales favorecen la dispersión del patógeno desde los niveles inferiores a los superiores de la planta.

 

En el informe, Aapresid recomienda "evaluar y controlar las variables que puedan disminuir la productividad" de la soja..

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