Un cambio radical vivirán productores e ingenieros agrónomos de la provincia de Mendoza. A partir de ahora, para poder comprar agroquímicos habrá que contar con una "Receta Agronómica" firmada por un profesional matriculado en el Colegio de Ingenieros y Geólogos de Mendoza. Así lo dispuso el Iscamen a través de la resolución 769/18 que pretende darle cumplimiento a la ley 5665 sancionada en el año 1993.
El objetivo es controlar la venta de productos tóxicos en la provincia sobre todo teniendo en cuenta incidentes como el que se vivió a principios de año en Malargüe. Allí, 34 cóndores fueron envenenados con carbofrano, un pesticida utilizado por productores y muy fácil de conseguir. Esto reflotó el debate de la necesidad de contar con una nueva ley de agroquímicos en Mendoza.
Finalmente se decidió aggiornar la legislación vigente mediante una resolución del Iscamen que exige el cumplimiento efectivo de dos artículos de la ley 5665 que no se estaban respetando. En concreto, la normativa establecía en sus artículos 12 y 13 la prohibición de la venta libre de productos tóxicos y la necesidad de contar con recomendación de un u ingeniero agrónomo para poder acceder a los mismos.
El 10 de octubre el presidente del Iscamen, Alejandro Molero, firmó la nueva normativa a la que deberán adaptarse productores, ingenieros agrónomos y empresas proveedoras de agroquímicos. A partir de ahora, para poder comprar ese tipo de productos habrá que contar con una "Receta Agronómica" de profesionales matriculados. Solo quienes figuren en los registros del Colegio Profesional de Ingenieros y Geólogos de Mendoza podrán generar la clave electrónica en el Iscamen para descargar e imprimir los formularios.
"Lo que se busca es darle curso a la ley vigente y un artículo que siempre fue cuestionado", explicó el coordinador del Programa de Agroquímicos, Oscar Astorga y reconoció que hoy de los 2.000 (aprox) agrónomos que hay en Mendoza, solo 250 están matriculados. Además, aclaró que los productores deberán estar inscriptos en el Registro Permanente del Uso de Tierra (RUT) para poder comprar productos de banda roja.
Por otro lado, Astorga agregó que los ingenieros agrónomos vinculados a empresas que comercializan estos productos tendrán restricciones para recetar. "Si la implementación de este sistema sirve para disparar nuevas propuestas y modificaciones, bienvenido sea. Pero hoy la herramienta es esa", subrayó el funcionario.
En cuanto a la responsabilidad de los ingenieros si se implementa mal el producto, Astorga comparó la situación con el trabajo de un médico. "El médico hace la receta pero no puede estar al lado del paciente para ver si obedece correctamente el tratamiento", argumentó.
Por último, la nueva normativa establece que el incumplimiento de estos requisitos "hará pasible al infractor de las sanciones establecidas en la ley".