La Luego de las lluvias ocurridas en gran parte de la zona núcleo sojera del país a fines de eneros y durante todo febrero detuvieron el desarrollo de la arañuela pero no la aparición de plagas como los trips y orugas.
Sobre distintos cultivos de primera y segunda se observan grandes cantidades de adultos y algunas ninfas que provocan el daño característico de pérdida de superficie fotosintética.
Actualmente el mayor problema es generado por los trips. Esta clase de insecto posee un aparato bucal con estiletes que perforan y desgarran los tejidos vegetales para poder absorber los jugos de las plantas de soja. Con el correr del tiempo se presentan en las hojas pequeñas manchas blanquecinas que luego toman un color amorronado y producen que se sequen si no se tratan a tiempo.
“Con la humedad actual habrá problemas en lotes de soja de primera por presencia de trips que, sin dudas, es la plaga por excelencia en estos días junto con las altas poblaciones de orugas que se encuentran, fundamentalmente, en la soja de segunda”, sostuvo el ingeniero agrónomo, Fernando Flores, del INTA Marcos Juárez.
En el norte de Buenos Aires, sureste, centro y norte de Santa Fe y Entre Ríos, las lluvias no fueron suficientes para disminuir su presencia.
Al respecto, Flores remarcó que “tanto en las variedades más tempranas como en las tardías la presencia de trips se observa en forma generalizada”, y aclaró que se de apuntar a “aquellos lotes que entran en período crítico para tomar la decisión de aplicar insecticidas. Si observamos un lote con mucha infestación de orugas, el daño del trips pasa desapercibido ya que el hecho que haya llovido favorece el crecimiento del cultivo amenguándose los daños”.
Las poblaciones de trips se han incrementado en las últimas semanas aunque a veces e confunde con daño de arañuela. “Son altas las infestaciones de trips adultos siendo mayores en lotes que han tenido tratamiento de insecticida con anterioridad por arañuela”, explicó.
De decidirse un tratamiento se recomienda esperar 3 ó 4 días para que se produzca la eclosión del insecto. “Se debe tener en cuenta la presencia de ninfas de trips de color amarillentas, fácilmente visibles con una lupa de mano y no deben confundirse con las de geocoris que son predadoras de trips”, detalló Flores.
Ante la necesidad de una aplicación de funguicida muchos productores apuntan a aplicar en estado R5, mezclándolo con algún producto que controle a chinches, orugas y trips. “Allí, la dosis a aplicar debe ser variable según el producto que se utilice”, sostuvo.
Es preciso conocer que aunque se logre una alta mortalidad en el tratamiento con insecticida, la reinfestación suele ser rápida debido a que los adultos emergen de suelo donde están las ninfas del último estadío.
“El tratamiento para eliminar a los trips y conservar hojas debería ir acompañado de un pronóstico climático favorable en los días posteriores a la aplicación ya que las lluvias podrían hacerlo negativo”, indicó el ingeniero.
Otro dolor de cabeza
Con respecto a las orugas indicó que “las medidoras oviposicionaron principalmente durante la primer semana de febrero en los lotes donde el cultivo de soja estuvo florecido”. La alta presencia de adultos no se vio reflejada en las posturas en lotes de primera que se encuentran en período de llenado de grano.
“En correspondencia con el pico poblacional de capturas de la oruga medidora, también se observó presencia de adultos de bolillera, por lo que al monitorear en los próximos días deben reconocerse los estados iniciales de esta oruga con la finalidad de elegir el producto adecuado en caso de ser necesario su control”, sostuvo el ingeniero.
En lo que respecta a la oruga medidora, en el centro del país los ataques fueron esporádicos con infestaciones leves a moderadas durante la última quincena de enero. “En soja de segunda ya se pueden observar huevos recién colocados y otros a punto de eclosionar” comentó el especialista quien reveló que, además, “existen larvas en lo primeros períodos de desarrollo”.