También se presentan 23 recomendaciones para mejorar las políticas públicas, orientadas al fortalecimiento de la articulación institucional, del monitoreo ambiental, de los procedimientos para prevenir efectos no deseados en la salud y el ambiente, de la capacitación, de la comunicación pública, del fomento a las buenas prácticas y de la autogestión del sector privado.
El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, expresó su satisfacción por concretar este trabajo y remarcó la importancia del rol del Estado no sólo en la formulación de políticas públicas adecuadas sino por su función de monitoreo y control y subrayó: "Argentina es muy dependiente de la agricultura para el buen desenvolvimiento de su economía, así que el desarrollo de estas capacidades es fundamental para el desarrollo sostenible de la agricultura".
El grupo de trabajo recomienda la implementación de una instancia por el término de un mes, a partir de mediados de julio, para luego proceder a la revisión de los comentarios recibidos. Por su parte, los representantes del Consejo Federal Agropecuario y del Consejo Federal de Medio Ambiente llevarán el informe final para discusión en sus respectivas entidades.
Dentro de las iniciativas planteadas impulsan un proyecto de Ley a nivel nacional sobre aplicación de fitosanitarios, complementario a la regulación sobre registro de productos y a la Ley sobre envases vacíos de fitosanitarios.
Otra de las propuestas es la creación y puesta en marcha de una Plataforma de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) con el fin de coordinar la ejecución de los programas de aplicación de fitosanitarios públicos y privados, a nivel nacional como provincial con protocolos oficiales, indicadores y sistemas de monitoreo.
"Celebro esta iniciativa interministerial, desde Salud apoyaremos con compromiso técnico, principalmente desde la vigilancia epidemiológica en todas las instancias que requiera este proceso", destacó el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein al finalizar.
Dentro de las reflexiones finales, el grupo de trabajo destaca la importancia de realizar indicadores para el monitoreo de la adopción de las BPA, así como del impacto ambiental, la salud humana y animal, con redes de control de las mismas en todo el territorio nacional, involucrando las comunidades locales. Además, se busca fortalecer la vigilancia epidemiológica de la exposición a fitosanitarios, con actualización de la información y permitiendo fortalecer el sistema de control.
Al respecto, se promueve establecer un marco regulatorio que permita a diferentes grupos asociativos de la actividad agropecuaria asumir las responsabilidades correspondientes en implementación, control entre privados y difusión de las buenas prácticas, de manera complementaria a las competencias de las autoridades públicas.
Con el fin de promover el fortalecimiento de las BPA, se recomienda impulsarlas en la currícula de las carreras agronómicas y afines, y el reconocimiento de las figuras de los profesionales idóneos en la agricultura sostenible.
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