Continúa la presencia de arañuelas en soja en toda la zona. Se identifica a la plaga en cultivos de primera y segunda, incluso luego de las últimas precipitaciones, aunque en menor cantidad. Se sugiere tener en cuenta los siguientes comentarios para el manejo de la plaga.

Arañuelas
La soja puede ser atacada por arañuelas (Tetranychus sp.) en época de sequía. Con un ciclo biológico muy rápido, de 15 a 20 días, cada hembra puede poner entre 90 y 100 huevos.

Con su aparato bucal chupador destruyen la clorofila  de las plantas afectadas, lo cual se traduce en amarillamiento de hojas y su posterior muerte.

Los ataques suelen comenzar por  las borduras, ya que las arañuelas están asociadas a numerosas malezas, pero luego la invasión se generaliza. Las mínimas labranzas y la siembra directa, de acuerdo al nivel de malezas presentes y el cultivo antecesor, pueden favorecer la difusión de la plaga.

El control biológico de las arañuelas lo realizan predatores, como crisopas, antocóridos (Orius sp.), legaeidos (Geocoris sp.) y ácaros predatores (Phytoseiidae y Erythraeidae), entre otros.

No se dispone de umbral de daño para esta plaga en soja. Las recomendaciones para iniciar tareas de control se basan en la observación de daños incipientes, asociados a condiciones climáticas de sequía.

Trips en soja de segunda
Esta plaga se encuentra presente en soja de segunda en estado vegetativo. Los trips poseen un aparato bucal raspador con el cual provocan daños en hojas y concentran sus ataques en hojas nuevas, se sugiere realizar controles en situaciones de alta presión  sobre el cultivo y en zonas donde no se registraron precipitaciones suficientes. 
 

Fuente: Libro “El cultivo de la soja en Argentina”, recopilación parcial.
 
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