Intensificación del desarrollo genético, combatir la informalidad en la cadena molinera y la necesaria aprobación de una nueva Ley de Semillas fueron algunos de los principales desafíos que se mencionaron en la mesa de competitividad que integraron en el congreso “A Todo Trigo”, desarrollado hace unos días en Mar del Plata, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Guillermo Bernaudo, el presidente de la Comisión de Agricultura en Diputados, Atilio Benedetti, el titular de Argentrigo, David Hughes, y el asesor de la Federación de Acopiadores, Leandro Pierbattisti.
Bernaudo puso el eje en algunos aspectos en los que se está trabajando desde el Estado para generar nuevas oportunidades comerciales y mejorar la competitividad. El funcionario opinó que se deben alcanzar acuerdos entre los diferentes sectores para lograr la viabilidad social, económica y ambiental que se necesita para generar sostenibilidad.
En ese sentido, Bernaudo resaltó que en pocos días se pondrá en práctica una norma que impulsará un mayor control en los molinos para combatir el trabajo en negro y las ventas ilegales, un reclamo en el que coinciden los actores del sector.
A su turno, Hughes, presidente de Argentrigo destacó que en los últimos dos años se duplicaron los destinos de exportación, llegando a un total de 47 mercados. “Hoy tenemos un mercado transparente y que funciona. Esa fue la mejor política que ha implementado este Gobierno, dándonos señales de precios claras que nos permitan actuar en consecuencia, como lo estamos haciendo. Para seguir creciendo se necesita darles previsibilidad a los compradores, algo que no se había hecho en los últimos siete años. Tenemos una competencia tremenda en la zona del Mar Negro, donde acaparan entre un 30 y 35 por ciento del comercio mundial. Rusia duplicó su producción en ocho años y superó las 70 millones de toneladas de trigo”.
Luego, Hughes consideró que los semilleros cobren regalías por el trabajo genético que realizan, algo que establecería la nueva Ley de Semillas. “El desarrollo genético es crucial para lograr mayor competitividad”.
Al respecto, el diputado nacional Atilio Benedetti indicó que el bloque de Cambiemos trabaja para lograr la aprobación de esta norma en un Congreso donde el oficialismo carece de mayoría. “La ley ya tiene 45 años de antigüedad y no ha tenido modificaciones, salvo alguna actualización de multas. Es nuestro mayor anhelo sancionar una norma que retribuya a los investigadores que invierten y se esfuerzan en producir mejoras genéticas, científicas y tecnológicas”.
Sobre el final, Pierbattisti puso énfasis en la necesidad de contar con un instituto de promoción, que entre otras cosas ayude al sector privado a posicionar el trigo argentino en el mundo e instruya a las poblaciones urbanas sobre el rol que cumple el campo en la economía nacional.