Dentro de las disertaciones que se ofrecieron en el XIX Congreso Aapresid realizado en agosto de 2011 en Rosario, se explicó de qué modo las tecnologías de aplicación han evolucionado debido a las buenas prácticas agrícolas (BPA). La aplicación de agroquímicos ha cambiado y hoy ya no se debe ignorar el respeto a la salud, el ambiente y la producción.

Según Mario Bogliani, del INTA Castelar, en la actualidad se debe tener “una responsabilidad social ambiental”. Eso dispone “manejar las aptitudes y destrezas sin perder de vista los productos agroquímicos que pueden llegar a resultar contaminantes o tóxicos”.

Hoy producir, es hacerlo con responsabilidad; prestando atención a todas las etapas. El antes, el durante y el post aplicación de químicos ha ganado lugar.

Por eso, es muy importante la prolijidad de cada detalle y movimiento que realizamos cada vez que estamos en contacto con los fitosanitarios.

El almacenado de envases, el traslado de los mismos y el descarte de los usados ha cobrado vitalidad y preponderancia. “Es común observar “cirujeo” de envases, sin que estos tengan un claro destino final; actualmente muchas comunas han destinado lugares comunes para el descarte de envases pero no siempre se respeta”, apuntó Bogliani.

“La peligrosidad se ha reducido por la conciencia que han tomado los productores, pero por ejemplo agujerear un envase, tirarlo en lugares no correspondidos con hasta un 2% del producto puede generar consecuencias” aseguró el especialista. A lo cuál agregó: “Por más que realicemos un triple lavado, el envase luego no deja de ser peligroso”.

Igualmente, los temores han ganado lugar. Para echarlos por tierra, Bogliani recomienda tener en cuenta al momento de la colocación estas pautas: “Saber las condiciones como temperatura, húmedad, velocidad del viento; debemos ser cuidadosos y leer los instructivos. Una partícula que queda en el aire de modo volátil, puede trasladarse muchos kilómetros por acción del viento, por eso hay localidades que han prohibido la pulverización con avión”.

Ser responsables de las indicaciones con las que el producto viene presentado, una correcta aplicación tomando nota de las condiciones climáticas, almacenar y descartar -lleno y vacío respectivamente- de manera responsable los envases son algunas de las claves para una eficaz y sustentable aplicación.