En la actual campaña 17/18 se estima que en el norte de la provincia de la provincia de Buenos Aires se sembraron 140.000 has de maíz aproximadamente (Fig. 1). El maíz tardío trajo estabilidad en la producción del cultivo, aunque hoy la relación en esta región sigue siendo baja frente al maíz de primera, 20-80 respectivamente.
Fig.1
El equipo de Fitopatología del INTA Pergamino estableció un ranking de las enfermedades más frecuentes y sobre las que se reciben consultas:
1-Roya común
2-Tizón foliar
3-Lunar Blanco
4-Bacteriosis
La “Roya común” (Puccinia sorghi) (Fig. 2) se presenta con mayor frecuencia en los maíces de siembra temprana y en donde el genotipo tiene suma importancia en su expresión. El periodo de infección más importante ocurre entre V3 y VT. (Fig. 3)
Fig.2
Fig.3
El “Tizón común” (Exserohilum turcicum) (Fig. 4) es factible de encontrar en siembras tardías y materiales susceptibles, y el periodo de infección se puede extender mas que en las royas, hasta R4 (Fig. 5), causando daños importantes en rendimiento.
Quizás la consulta más importante es por “Lunar blanco”, donde la causa es muy variable, pero hasta el momento nunca se relacionó con la “Mancha blanca” (Phaeosphaeria maydis, Fig. 6), la cual no fue detectada en esta región. La determinación más “austral” fue en Oliveros en el 2015. El motivo “Lunar blanco”, puede ser originado por una bacteria o una lesión “mimic”, desorden fisiológico generado por mutaciones. También, una causa frecuente son derivas de aplicaciones realizadas por herbicidas como paraquat.
Fig.6
También existen varias consultas por bacteriosis muy relacionadas al patrón genético, estas pueden penetrar por heridas (vientos fuertes, tormentas), aunque todavía no se pueden cuantificar sus daños por la ausencia de herramientas químicas para su control.
Existen algunas presencias esporádicas de enfermedades más tropicales como es el caso de Cercosporiosis, la cual fue determinada con baja a moderada-severidad hacia R5 desde la campaña 2012 a 2015 en maíces de siembra tardía (Couretot et al., 2014; Parisi et al., 2015).
Otra enfermedad de climas más tropicales, es Roya polysora, aunque también se detectó en 2015 en Pergamino, sin impacto en el rendimiento por presentarse con baja presión en los últimos estadios del cultivo.
Hay otras lesiones foliares que generan confusión y también son consultadas todas las campañas, como el daño por el fertilizante foliar liquido o por la calidad deficiente de aplicación de insecticidas con el agregado de aceites minerales.
Es importante mencionar las enfermedades de raíz y tallo, la principal es Fusarium spp. Este año por las condiciones de stress hídrico también se recibieron consultas por “Podredumbre carbonosa” causada por Macrophomina phaseolina. En el manejo de este complejo de enfermedades es clave el uso de tratamientos de semillas eficientes, aunque sobre Macrophomina spp. se desconoce sobre herramientas químicas de control.
No hay consultas, pero debemos trabajar en las enfermedades de espigas prevalentes (Fusarium spp., Giberella spp., Stenocarpella spp., Aspergillus spp.) muy importantes por la generación de micotoxinas afectando la comercialización de la producción. La infección se puede realizar en la planta -ingresando por los estigmas- o desarrollarse en la superficie del grano en maíces tardíos o durante el almacenamiento. La manera de poder “manejar” este complejo es mediante siembras tempranas, genotipos resistentes, la tecnología bt, cosechas tempranas y almacenamiento adecuado.
Herramientas de protección
El mejoramiento genético es una herramienta fundamental en el manejo integrado de enfermedades. La elección de un material de buen comportamiento sanitario es la primera herramienta de protección que toma un asesor agronómico al elegir el híbrido a sembrar.
Los híbridos disponibles en el mercado, en general presentan buen comportamiento frente a las principales enfermedades, pero esta característica se puede modificar si lo utilizamos como maíz temprano o tardío. Sin embargo, la principal razón sobre la cual se elige un híbrido es su potencial de rendimiento.
Fig.7
La herramienta de protección más eficaz para el manejo de enfermedades es la utilización de fungicidas. La tasa de adopción de la tecnología oscila entre los siguientes valores: 5% en la parte sur, 10-15% en la zona central y más cerca de limite sur de Santa fe puede alcanzar el 20% (Fig. 7) De acuerdo a la fecha de siembra, podemos dividir el objetivo por el cual se aplica, como generalidad en fechas de siembra temprana se aplica por “Roya común” y en fechas de siembra tardía por “Tizón foliar”.
Es clave para la toma de decisión conocer las variables que afectan la planta-patógeno-ambiente, y de esta manera comprender cómo funciona el sistema y elegir la mejor estrategia de protección. (Fig. 8)
Las aplicaciones de fungicidas están influenciadas principalmente por el precio del grano y las condiciones ambientales. Hoy en nuestra región no existe el monitoreo del cultivo con el objetivo puesto en las enfermedades, ya que únicamente se realiza para malezas e insectos.
Fig.8
Monitoreo
Es clave profesionalizar la toma de decisión, comenzando por el seguimiento, destacando la importancia de la periodicidad del monitoreo en híbridos susceptibles según fecha de siembra. En maíces de siembra temprana, se sugiere una visita semanal a partir de V6 (6 hojas desplegadas) hasta VT-R1 (aparición de panoja y estigmas) y en maíces tardíos, debido a la mayor tasa de expansión foliar, se sugiere visitar cada 3-4 días. Se deben evaluar todas las hojas si no está definida la hoja de la espiga, y si lo está, se debe registrar la hoja de la espiga, la superior y la inferior.
Existen diferentes criterios para determinar el umbral de acción de las principales enfermedades desarrollado por los investigadores. La toma de decisión para Roya está relacionada a 3% severidad (Ing. Agr. Msc Lucrecia Couretot) (Fig. 9) y tizón foliar 2% de severidad (Ing. Agr. Roberto de Rossi). (Fig. 10).
El momento de aplicación quizás puede variar de acuerdo al tipo de producto que utilizamos, es decir, la relación entre la proporción de estrobilurina y triazol le dará un perfil curativo o preventivo.
Fig.9
El momento de control para estas enfermedades donde los productos expresan su mejor tasa de control y respuesta en rendimiento es V10-VT. En el caso de Roya común, se observaron en promedio tasas de control de 80-90% y pérdidas de rendimiento entre 5-10%. Para “Tizón foliar”, las tasas de control oscilan entre 50-65% y las pérdidas de rendimiento pueden alcanzar un 40%.
Es clave trabajar también en la calidad de la aplicación.
1) Calidad de agua: el pH es el parámetro que más afecta a los fungicidas. El pH ideal debería ser cercano a 5,5-6 y nuestras aguas en general son neutras o alcalinas.
2) Protección de las gotas: las aplicaciones en maíz ocurren en épocas de verano donde, por lo general, predominan las altas temperaturas y la baja humedad relativa que son condiciones predisponentes para la evaporación de gotas. Si a esto sumamos que las gotas deben ingresar en un canopeo denso, debemos trabajar con un tamaño pequeño lo cual profundiza la necesidad de protegerlas con antievaporantes.
Fig.10
3) Densidad y distanciamiento entre hileras: cuanto mayor es la densidad de siembra y menor distanciamiento entre hileras (siembras a 52) el desafío de llegar al tercio medio donde en general está las principales enfermedades (roya y tizón) es más complejo. La aplicación aérea debido a la turbulencia del avión colabora en este punto para mover el canopeo y permitir el ingreso.
4) Importancia de humectar: los fungicidas tienen sistemia limitada con lo cual la importancia de mojar la mayor área foliar posible sigue siendo crucial.
¿Cuántos kilogramos de maíz pagan un tratamiento de protección?
El costo del tratamiento puede estimarse entre 35 y 45 usd/ha, de acuerdo a la tecnología, y si es aplicación aérea o terrestre estimando una cotización de 140usd/tn de maíz, el costo en kilogramos varía entre 260 a 320kg aproximadamente. (Fig. 11)
Fig.11
Desde el grupo de Fitopatología del INTA Pergamino se trabaja también en la difusión sobre lo que ocurre en el campo a través de su informe fitosanitario, de frecuencia quincenal, el cual es muy útil para conocer el progreso de las enfermedades.
Es clave para mejorar la productividad del cultivo y mejorar nuestras estrategias de protección de enfermedades, elegir híbridos de buen comportamiento, realizar monitoreo frecuente del cultivo, tomar la decisión integrando los factores que afectan planta-patógeno-ambiente. Siempre debemos respetar los umbrales de acción y los marbetes de los productos fitosanitarios, ya que es un documento legal donde está establecido cómo debemos usar los productos, y de esta manera vamos a poner en práctica realmente las buenas prácticas agrícolas.
Fig. 4
Fig. 5