El Laboratorio de Fitopatología de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) difundió un nuevo informe de situación fitosanitario de cultivos en el Centro-Norte de Córdoba, en el que advirtió “situaciones preocupantes” para el maíz.

Puntualmente, por la presencia de roya común (Puccinia sorghi): “La presión de esta enfermedad, durante este mes, es una de las más altas registradas en las últimas cinco campañas”. 

Según los expertos en enfermedades de la UCC, “a diferencia de campañas anteriores, los ciclos de roya continuaron activos durante la segunda quincena de diciembre y enero, meses en los que normalmente las condiciones de la región hacían que el patógeno percibiera condiciones desfavorables y produjera sus esporas de resistencia no infectivas (teleutosporas), culminando la epidemia durante la campaña”.

De acuerdo con los estudios del Laboratorio, se están registrando severidades altas en muchos materiales y, dependiendo del estado fenológico y el estrés por el que estén pasando, los especialistas recomiendan evaluar la necesidad de aplicaciones de fungicidas, priorizando el monitoreo de lotes que aún estén en estados fenológicos vegetativos y reproductivos tempranos.

Coincidentemente, el informe de stuación de cultivos estivales también difundido este jueves por la Bolsa de Cereales de Córdoba, señaló que “es baja la manifestación de enfermedades debido a las condiciones de sequía que afectan al cultivo, excepto para los departamentos Colón, General San Martín, San Justo, Río Primero y Rio Cuarto, donde se registró la presencia en baja a media incidencia de Roya, generando lesiones foliares”. 

Otro hongo

En tanto, según el Laboratorio de Fitopatología de la UCC, el maíz en el Centro-Norte de Córdoba también está sufriendo una alta presión de cercosporiosis.

“Actualmente se registra en el tercio inferior, en algunos casos ya está presente en el tercio medio de las plantas, siendo notable su desarrollado. Esto ratifica la gran importancia de la interacción entre el inóculo existente en la región y la susceptibilidad de la mayoría de los materiales sembrados. Por estos motivos, es de suma importancia registrar los primeros síntomas de esta enfermedad desarrollándose en las hojas”, indicó el informe.

Soja

En cambio, “el estado sanitario de los lotes de soja es muy bueno en general, las enfermedades se desarrollan de manera lenta”, advirtió el equipo de la Universidad Católica.

Una de las enfermedades detectadas es bacteriosis: “Las bajas precipitaciones registradas durante febrero fueron acompañadas de fuertes vientos, lo que hizo que se registraran gran cantidad de lotes con el síntoma típico de bacteriosis foliares, que aprovecharon estas condiciones para establecerse”.

Otra es Mildiu, potenciada por condiciones ambientales ideales para su desarrollo: temperaturas moderadas, amplitud térmica y la presencia de rocío.

La Bolsa de Cereales subrayó la presencia, en baja incidencia, de Mancha ojo de rana (Cercospora sojina), Tizón de la hoja (Cercospora kikuchii), y Mancha marrón (Septoria glycines) en Unión y Juárez Celman, que produjeron lesiones foliares y podrían disminuir los rendimientos proyectados.