El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó la presencia de insectos portadores de Huanglongbing (HLB) en el departamento de Federación, ubicado al norte de Entre Ríos. Las entidades de la cadena citrícola, el gobierno de esta provincia, el de Corriente y expertos del INTA avanzan en el diseño de un protocolo de contingencia para evitar la propagación de la enfermedad. Recomiendan a los productores recorrer los lotes y dar la alerta correspondiente ante plantas con posibles síntomas.
“El Senasa confirmó la detección de la presencia de HLB –denominado científicamente Diaphorina Citri–, pero hasta ahora no se detectaron las plantas enfermas”, afirmó Guillermo Meier, director del INTA Concordia (en Entre Ríos), quien remarcó el estado de alerta que atraviesa el sector citrícola en una provincia que hasta el momento era territorio libre de la enfermedad.
En Entre Ríos, la superficie con cítricos abarca alrededor de 45.000 hectáreas, que trabajan unos 1.700 productores que proveen frutas para el procesamiento en más de 300 empaques y seis fábricas de jugo. El complejo citrícola entrerriano genera mano de obra para más de 40.000 personas y se articula con otras cadenas como la forestal.
“Su carácter intensivo y el hecho de que los trabajos de poscosecha se realicen a escala local la vuelven una economía de importancia regional que debemos preservar”, señaló Meier.
En esta línea, organismos públicos y privados –convocados por el Senasa– mantuvieron una reunión para realizar un diagnóstico de la situación y elaborar un protocolo de trabajo con acciones que permitan contener el avance de la plaga en la provincia.
Entre las principales recomendaciones, remarcan la necesidad de intensificar el monitoreo en plantas durante la brotación; es decir, a finales de febrero y principios de marzo. “En esta época es posible encontrar plantas con síntomas visibles”, indicó Meier.
El especialista también advirtió que la plaga podría afectar también al sur correntino. “El macizo citrícola continúa hacia el sur de Corrientes, por las localidades de Mocoretá y Monte Caseros, y esto implica que, más allá de las medidas de control a modo de barreras provinciales, es una zona con probabilidad de ser afectada por la enfermedad, sobre todo porque comparten condiciones agroecológicas homogéneas”, precisó Meier.
En el caso de detectar plantas con posibles síntomas de HLB, los productores deben contactarse de inmediato con el Senasa para que los técnicos vayan a tomar las muestras correspondientes. Para realizar las denuncias, las vías de comunicación son: 0800-999-2386 (teléfono), alertahlb@senasa.gob.ar (correo electrónico) y la aplicación para Android “Alertas Senasa”, disponible en Play Store.
“Queremos transmitir que, si alguien encuentra alguna planta con síntomas o posiblemente infectada, no la esconda, porque es perjudicial para su propia producción y la de todo el sector”, resaltó Meier. Además, entre las indicaciones previstas, se sugiere no mover plantas o frutas sin autorización oficial.
El HLB puede propagarse mediante la multiplicación de plantas basadas en materiales no certificados o de una planta a otra a través de insectos vectores contaminados. “En cualquier caso, el monitoreo es clave, porque es la manera de detectar la enfermedad en vectores y plantas e implementar estrategias de control lógicas”, aseguró Meier.
Para el monitoreo, el especialista recomendó estudiar los síntomas de la enfermedad, recorrer las quintas, identificar el vector, colocar trampas para conocer el nivel de población de insectos en el lote y realizar aplicaciones con productos aprobados y acordes al nivel de presencia de insectos. “La aplicación de insecticidas de manera indiscriminada puede provocar la muerte de enemigos naturales de la chicharrita –insecto vector– y aumentar su población”, avisó.
“Por eso, es importante mantener un nivel bajo del vector y, ante la aparición de una planta con síntomas positivos, inmediatamente erradicarla”, amplió el especialista.
Actualmente, las unidades del INTA en Bella Vista y Concordia buscan avanzar en la construcción de una biofábrica dedicada a la multiplicación de enemigos naturales del vector que transmite el HLB. El proyecto requiere bastante inversión y está a la espera de la obtención de financiamiento.