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Cómo enfrentar la mancha marrón en el cultivo de soja

La recurrencia de tormentas y lluvias desde fines de diciembre hasta hoy han generado las condiciones predisponentes para la aparición de  patógenos que afectan tanto a la parte aérea como a las raíces de las plantas de soja.

Días atrás, desde la Estación Experimental Agropecuaria de INTA Pergamino se difundió un alerta por mancha marrón causada por el hongo Septoria glycines en la zona norte de la provincia de Buenos Aires.

El área relevada por los fitopatólogos incluyó los alrededores de Pergamino en dirección a las localidades de Colón, El Socorro, Arroyo Dulce y Rojas y se realizó sobre lotes de soja de primera tomados al azar. Pero las condiciones predisponentes se repiten en otras áreas productivas, por lo que se trata de una campaña en la que hay que prestar atención.

Frente a este escenario, la recomendación de los técnicos de Nidera es realizar el monitoreo de los lotes para definir la estrategia de manejo de las enfermedades y de ser necesario, decidir la aplicación de fungicidas. Para esos tratamientos, Nidera dispone de Cincha Zamba, un fungicida mezcla de estrobirulina y triazol, con acción sistémica, mesostémica y translaminar para el control de enfermedades foliares.

La fuente inicial del inóculo de la mancha marrón proviene del rastrojo de campañas anteriores, ya que se trata de un hongo necrotrófico. Los síntomas comienzan en las hojas inferiores, incluso desde estadios vegetativos tempranos. Luego ocurre un amarillamiento generalizado que deriva en la caída prematura de las hojas. Las condiciones óptimas para el desarrollo de esta enfermedad se dan con temperaturas en torno a los 25°C y altas condiciones de humedad, mientras que las lluvias frecuentes, con viento, favorecen su dispersión desde los estratos inferiores hacia los superiores. Es por esto que un cierre rápido del entresurco es un factor importante en el manejo de esta enfermedad. El umbral de acción para iniciar los tratamientos está marcado por la presencia de síntomas en el 25% de la altura de la planta.

Cincha Zamba combina la acción preventiva y antiesporulante de la azoxistrobina, perteneciente al grupo de las estrobirulinas, y el efecto curativo y erradicante del cyproconozale, del grupo de los triazoles. La mezcla de ambos principios activos genera un bloqueo en el proceso respiratorio y en la síntesis de ergosterol en los hongos que atacan a los cultivos, asegurando un amplio espectro de control de enfermedades por un período prolongado y reduciendo el riesgo de aparición de cepas resistentes. De esta forma, Cincha Zamba ofrece un mejor retorno económico a partir del incremento en los rindes y en la calidad de los granos cosechados.

Cincha Zamba puede utilizarse sobre un amplio abanico de cultivos para el control de diversas enfermedades. En los tratamientos para el control de enfermedades de fin de ciclo como mancha marrón, mancha ojo de rana o tizón de la hoja, en los cultivos de soja se recomienda una dosis de 250 cc/ha en conjunto con aceite metilado de soja Campero Zamba y de 250-300 cc/ha con Campero Zamba en el caso de la roya asiática de la soja. 

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